Ingredientes:
- 4 rebanadas grandes de pan de dos días, a ser posible pan cateto, pan de pueblo.
- Una cebolla mediana,
- Un manojo de espárragos trigueros,
- Dos dientes de ajo,
- Dos tomates maduros,
- Un pimiento verde
- 4 huevos, o uno por persona,
- Aceite de oliva virgen extra
- Unas ramas de hierbabuena,
- Sal y agua.
- Opcional: patatas.
- Primero pellizca el pan y lo pones en un bol grande, una fuente honda.
- En la sartén pon el aceite, el ajo en láminas, la cebolla y el pimiento picados, no demasiado grandes y el tomate pelado y troceado también. Sala ligeramente.
- Haz el sofrito y reserva.
- En la misma sartén con otra cucharada de aceite, frie los espárragos, hasta que veas que están tiernos.
- Mientras, en una cacerola, pon algo de agua, como dos vasos, con un poco de sal. También puedes utilizar caldo de verduras.
- Cuando el agua hierva, riega sobre el pan y que empape. Ve echando poco a poco, para que no quede caldoso, que empape todo el agua. Puede que te sobre algo, según la cantidad de pan que hayas utilizado.
- Después vierte el sofrito y los espárragos. Encima puedes poner también unas patatas (dos pequeñas) troceadas como para tortilla y fritas.
- En el mismo aceite, fríe los huevos y coloca encima, junto con la hierbabuena.
- Y ahora solo tienes que mezclar y comer.
- La tradición dice que se sirva en dornillo (cuenco de madera) y se coma con cuchara de palo.
Y además, es una sopa que se puede comer con tenedor.
NOTA: mi amiga, Ana Abellan, y una gran conocedora de la gastronomía Malagueña, me indica que esta sopa no lleva hierbabuena. Así es que, no se la ponemos. Aunque si os gusta, sí, solo que entonces sería una sopta perota, de Álora.