¡A dónde me he ido a buscar una sopa! Habiendo sopas aquí que quitan el sentido (me adelanto a lo que vosotros me habríais dicho, jjjj). Os diré en respuesta que no me gusta inmovilizarme y que me gusta, por el contrario, investigar y si el resultado merece la pena contároslo enseguida. Esta receta la aprendí de uno de tantos libros de los que me he servido para mi cocina y ahora no sé ni qué libro es, el caso es que tal vez haya olvidado algún ingrediente, o puede que también algún paso, pero lo principalísimo es lo buena que "me está". Hace ya algunos días, bastantes, que las sopas están rondando por los blog, porque apetecen, yo os propongo hoy probar con ésta, si os gustan las almejas, y no dudo que las patatas, os agradará haceros un platillo tan sabroso y ¿singular?
Para compensar en unos días os traeré una sopa española tradicional y rica. Yo (al contrario de Mafalda, de Quino) soy una gran sopera.
Ingredientes:
- Puerro 1.- Zanahoria 1.- Apio una ramita.- Bacón ahumado 100 g.- Almejas 300 g.- Patatas 6 medianas.- Tomate concentrado (frito o crudo de lata) 6 cdas.- Vino blanco de calidad 250 ml.- Perejil.- Aceite de oliva 4 cdas.- Sal.
Elaboración:
Sofreír en el aceite el puerro, la zanahoria y el apio, cortados menudos. Añadir el bacón y rehogar hasta que se ablande la verdura. Trocear las patatas en dados regulares, echarlas a la cacerola.
Poner el vino y el tomate e incorporar agua suficiente para que cubra. Iremos añadiendo más agua (caliente) durante la cocción a medida que la vaya necesitando, sin excedernos, debe quedar con la espesura normal de una sopa.
Unos minutos antes de que la patata esté en su punto agregamos las almejas (previamente puestas en agua salada para que suelten la arenilla). Dejamos que se abran en el caldo y retiramos sirviendo con perejil.
Tomamos caliente.