No podía quedar en el olvido una sopa de estas proporciones gustativas, por eso hoy os la traigo y os animo a prepararla.
Aprovechando que me han regalado unos pimientitos especiales he pensado usarlos en lugar de los verdes italianos que eran los que ella utilizaba para esta sopa. Por lo demás la sigo al pie de la letra.
No os doy cantidades pues dependerá del número de pimientos a rellenar.
La dedico en especial a mi prima Mati que me la ha pedido muchas veces y al fin la publico.
Ingredientes:
- Pimientos verdes italianos, (o los que he puesto yo).- Masa de albóndigas (Carne picada mitad cerdo, mitad ternera. Huevo. Miga de pan remojada. Ajo y perejil picados. Sal y pimienta negra molida).
Para la sopa:
- Jamón serrano, unas puntas (mejor de ibérico).- Cebolla, unos cascos.- Ajos, varios dientes.- Laurel, unas hojitas.- Pimienta negra en grano.- Azafrán en hebras ecológico La Melguiza
- Yema de huevo.- Zumo de limón.
Elaboración:
Lo primero es hacer el caldo. Ponemos a cocer el jamón, la cebolla, los ajos, el laurel, el azafrán y la pimienta negra. Hay que conseguir un caldo muy sabroso, ya que es el fondo de este guiso. Necesitaremos una hora de cocción, al menos, para que el jamón suelte todo su sabor, con el aporte maravilloso de este azafrán. Después se cuela y ya estará preparado para introducir los pimientos rellenos.
Con mimo retiramos los tallos de los pimientos dejando un bordecito alrededor (he usado un ahuecador y me ha ido muy bien, después he retirado con una cucharita las semillas del interior). Conservamos los rabitos para usarlos de tapadera. Rellenamos los pimientos y tapamos con su tallo.
Mientras cuece el caldo, hacemos la masa de albóndigas con los ingredientes que arriba os he indicado.
Ya rellenados los sumergimos en el caldo y dejamos cocer alrededor de cuarenta minutos a fuego medio, hasta que los pimientos estén tiernos. Apagamos el fuego y dejamos reposar unos minutos.
Batimos la yema con zumo de limón (al gusto). Incorporamos caldo de la cocción y diluimos para integrar, teniendo en cuenta que el caldo no esté muy caliente pues corre el riego de cortarse.
Por último volcamos sobre los pimientos, mezclamos bien y servimos.