Ya sabéis que, siempre que tengo ocasión y dispongo de los ingredientes, me gusta investigar y probar recetas de otros países. Encontré esta receta aquí que me llamó mucho la atención porque se trataba de una “sopa sólida”, tenía todo lo necesario y ..
La sopa paraguaya es un plato típico de la gastronomía de Paraguay y de la gastronomía del Nordeste Argentino, producto del sincretismo guaraní y español. Los guaraníes acostumbraban a consumir comidas pastosas elaboradas con harina de maíz ó de mandioca envueltas en hojas de güembé ó banana y cocinadas entre ceniza caliente.
Los jesuítas, en su mayoría españoles, introdujeron el uso de: queso, huevos y leche (aditivos que fueron agregados a las comidas preparadas por los guaraníes). Por esto, la sopa paraguaya se trata de un bizcocho esponjoso salado, de muy rico contenido calórico y proteico.
Ingredientes:
3 cucharadas de aceite de oliva
3 cebollas
3 tazas de harina de maíz fina (NO se trata de Maizena, sino del grano de maiz molido fino)
4 tazas de agua ó leche (yo, agua mineral)
200 grs. de queso Ricotta, requesón ó queso fresco (yo he usado Emmental que tenía a punto de caducar )
Queso rallado al gusto
1 huevo grande
Sal, una cucharadita y media
Pimienta negra molida
Perejil fresco picado (este ingrediente ha sido por mi cuenta)
Nuez moscada (se pueden poner semillas de anís machacadas, yo no le puse)
Instrucciones:
Picamos muy menudita las cebollas y las ponemos a pochar a fuego lento y tapadas hasta que estén transparentes, removemos de vez en cuando. Cuando estén reservamos y dejamos enfriar.
Ponemos la harina de maiz en un bol con la sal y la pimienta.
Le añadimos el agua ó leche, poco a poco y removiendo a la vez para que no se formen grumos.
Precalentamos el horno a 175-180 grados depende de los hornos.
Enmantequillamos el molde elegido, yo no lo he hecho sino que lo he forrado de papel de horno.
Unimos todos los ingredientes restantes a la mezcla de harina: huevo, queso, cebolla pochada con su aceite, perejil picado, nuez moscada…
Removemos todo muy bien y vertemos en el molde.
Espolvoreamos con abundante queso rallado y horneamos durante unos 45-60 minutos, hasta que al pinchar con una brocheta esta salga limpia y se haya dorado la superficie.
Dejamos templar y servimos en porciones acompañadas de ensalada fresca.
Espero que os guste.
Yo he hecho las fotos recién salida del horno..