Soportes publicitarios que hablan distintos lenguajes
El lenguaje corporativo que ayuda a crear diferencias en el Valor Funcional. Manifestaciones que mucho tienen que ver con el grito en el mercado del barrio. Diferencia en colores, diferencia en precios, diferencias que utilizan gritos que, en realidad, son parecidos a pesar de exigir mostrar diferencias, logran un posicionamiento limitado al tiempo en que el otro copia o grita más fuerte "El líder en el mercado soy yo". Gritos, que cada vez se oyen menos, dada la densidad de ruidos que ahora hay en el espacio de ventas. Necesarios en cuanto a necesidad de auto afirmación en espacios concretos pero que, sin embargo, están desprovistos de herramientas válidas en un entorno de relación con el usuario que se vuelve mucho más complejo a medida que éste acumula experiencia, reflexión y se ponen a su alcance medios de comunicación que permiten lanzar mensaje de seducción.
Lenguaje publicitario, mensajes de seducción, consignas, palabras que en tono imperativo que se convierten en ordenes envueltas en papel de regalo. Tendencia que busca la diferencia pero que termina aglutinando las igualdades entre usuarios para concretar mensajes, que en realidad son similares, exactamente iguales que los de la competencia. Obsesión por la medición que pretende dibujar una realidad de ejércitos estereotipados que terminan estereotipando todo los mensajes.
Hasta el momento los mensajes que se emiten son unidireccionales. La empresa habla y no toma en cuenta el espacio de reflexión que queda bajo el control único y exclusivo del usuario. Soportes y medios que exigen tomar medida paralelas para leer reacciones. Con el viento a favor, en una etapa de "aparente" crecimiento y comprando huecos que podría ocupar la nueva competencia, los eventos quisieron convertirse en soportes que copiaban las mismas formas de seducción.
Evolución en los medios de comunicación y evolución manifiesta en los comportamientos de mercados y consumidores, vaticinan la llegada de la etapa de la relación y la interacción. Los soportes publicitarios anteriores no aguantan la necesidad comunicar grandes contenidos y mueren por incapacidad real de generar relación e interacción.
Por debajo de los logotipos de grandes marcas, todos los logotipos parecen iguales. Por debajo de la publicidad sugerente de grandes marcas, todos los spots y mensajes publicitarios suenan y huelen a lo mismo. Los lenguajes corporativos y publicitarios hablan a grupos de personas que no terminan de identificarse con el grupo. Las diferencias del lenguaje crean abismos entre corporaciones y consumidores. Descartando grupos envejecidos de la población resulta imposible comunicarse con nuevos grupo porque los grupos, como tales, comienzan a desdibujarse y aparecen voces de gran individualidad. La identificación grupal da paso a la identidad individual y la identidad grupal puede detectarse pero dura milésimas de segundo. Las tendencias no responden a creencias y empiezan a adquirir el tono de Cultura. La Cultura es una elección compleja de identificación y obliga la reflexión individual para poder moverse en su medio.
Si la evolución llega entorno a los soportes y comportamientos, también comienza a llegar a través de los medios. Las formas habituales de comunicación cambian radicalmente en cuanto internet deja de copiar las formas publicitarias comunes. La proyección de las redes sociales, la capacidad de aglutinar contenidos satisface más que la de oír consignas y formas de comportamiento.
Internet corre rápido y pone de manifiesto la necesidad de grandes argumentos, de relación, diálogo e interacción como criterio más satisfactorio en la aceptación de los mensajes. Que una compañía me indique que vende los mejores productos del mercado, no puede impedir que yo pregunte la experiencia real a miles de clientes.
Se amplifica la necesidad, las empresas han de establecer canales de diálogo e interacción. Las marcas abren caminos y descubren que la relación debe establecerse considerando el modelo de negocio, no como una estructura plana sino que debe aportar la sensación de crear Valor Emocional. La relación y la interacción obliga a tener en cuenta el Valor de Responsabilidad Social Corporativa, el usuario demanda ser escuchado y no solo escuchar.
Los medios que aparecen como soportes que toleren grandes cantidades de contenidos puestos en pie con la intención de conseguir relación vinculante y dejar espacio a la interacción están en el mundo online y en el sector de los eventos.
Vamos hacia una era donde los mensajes han de estar ubicados en medios que permitan la comunicación Bidimendional de mensajes.
Queda poco por decir, si internet dio el paso correcto, son ahora los eventos, los que deben dejar de ser perezosos para desplegar el potencial de utilidad que pueden aportar, convirtiéndose en estratégicos, como puntos de encuentro, fuera del mundo virtual.