En los Estados Unidos, una pareja de lesbianas, en sus treinta años, han querido tener deliberadamente un bebé sordo. La pareja, que lleva junta casi diez años, son especialistas en salud mental y terapeutas sordos. En una entrevista manifestaron que serían mejores madres de un niño sordo. También dijeron que forman parte de una generación que ve la sordera no como una incapacidad sino como una identidad cultural.
El hecho ha levantado numerosas críticas. Muchas organizaciones de discapacitados y homosexuales se han sentido amenazados por el concepto de "bebé perfecto" que comienza a emerger.