Sí, ya lo sé, deben creer que es el mes mundial de la espinaca o que estoy poseída por Popeye el Marino, o que es el único ingrediente que tengo en la nevera, pero prometo que voy a intentar no publicar nada, nada que tenga espinaca en los próximos 3 posts como mínimoooooooo, jajajajaja...
Ya he hecho sorrentinos aquí y aquí, y les he contado que es una pasta rellena que, según Wikipedia, la creó un cocinero argentino variando la forma de los raviolis. En casa somos fanáticos de la pasta rellena y cada dos por tres hago, para deleite de los míos. Esta versión es con masa de espinaca y relleno de espinaca, queso fresco y cebolla.
Ingredientes para la masa: (para 4 personas)
400 gr. de harina común
100 gr. de espinaca cocida y troceada
1 y 1/2 cucharita de sal
3 huevos
60 ml. de agua templada (si fuera necesario)
Colocar en un bol la harina tamizada con la sal, hacer un hueco en el centro y añadir los huevos batidos y la espinaca. Unir bien y amasar. Si fuera necesario, agregar agua templada, pero muy poco a poco, para que nos quede una masa lisa, que no se pegue a los dedos. Envolver en papel film y dejar descansar a temperatura ambiente mientras preparamos el relleno.
Ingredientes para el relleno:
2 cucharadas de aceite
1/2 cebolla troceada
200 gr. de espinaca cocida y troceada (uso la que viene congelada)
200 gr. de queso fresco (uso el de Mercadona, se parece al requesón pero tiene más cuerpo)
1 cucharada de queso rallado
3 cucharadas de pan rallado
sal, pimienta, nuez moscada
Colocar el aceite en una sartén y dorar la cebolla. Añadir la espinaca y dejar enfriar. Incorporar queso fresco, el queso rallado, el pan rallado y condimentar. Mezclar bien y reservar.
Estirar la masa de espinaca y colocar sobre el molde, rellenar y cubrir con masa. Presionar para que se una bien.
Marcar con un rodillo para que se corten, retirar el exceso de masa y desmoldar.
Salieron 32 sorrentinos.
Ingredientes para la salsa:
300 ml. de nata (crema de leche) para cocinar
1/2 cebolla dorada
3 cucharadas de queso rallado
sal y pimienta
Colocar en una sartén la cebolla dorada, añadir la nata y el queso rallado, calentar bien revolviendo para lograr una salsa uniforme.
Con esta salsa quedan muy ricos y aunque en casa triunfa la salsa bolognesa, esta vez hice algo más livianito, jajajaj...
Hasta la próxima!
Sean felices!