Enrique del Nogal, Notario de Valencia, es secuestrado de su domicilio, volviendo al cabo de una semana sin que nadie haya pedido rescate por él. Vuelve ileso, con la misma ropa y sin recordar nada de lo ocurrido durante su ausencia, lo que hace dudar de la veracidad del secuestro, incluso a su propia esposa. Él, que nunca ha creído en los espíritus sufrirá en sus propias carnes una serie de apariciones que lo desconcertarán y complicarán más todavía su relación conyugal y su trabajo profesional.
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La razón de que este libro me llame tanto es que David comentó que se lo leyó en un día pese a tener más de 300 páginas y la letra es pequeña, cuando escucho esas cosas es como si me pusieran delante un gran cartel con un enorme ¡léelo!. Puedes leer la reseña aquí
¡Mucha suerte!