Sos del Rey Católico pertenece a la comarca de las Cinco Villas (Ejea de los Caballeros, Uncastillo, Tauste, Sádaba, y Sos del Rey Católico). Esta localidad, totalmente amurallada, se observa desde la distancia en un enclave estratégico.
Es difícil hablar de Sos del Rey Católico de una manera esquemática, se agolpan ideas, imágenes, leyendas, Historia, arte, sensaciones. Allí se aúna un poco de todo, es un lugar pintoresco que en los años 60 fue declarado Conjunto Histórico Artístico.
Como suele ser habitual, la villa comenzó su crecimiento en torno al castillo, del s.X. Se observan dos de sus torres, entre ellas la Torre del Homenaje. Desde ese punto se goza de unas vistas propias de un mirador, donde se puede perder la mirada en los Pirineos que asoman tímidamente, como si fueran pequeños, en el horizonte.
Por supuesto, otro elemento que no puede faltar en una villa de carácter medieval es la estructura amurallada que la rodea y protege. Para entrar en Sos del Rey Católico atravesareis alguna de sus siete puertas y, en ese momento, vuestros relojes, como si de un hechizo se tratara, se pararán para que el tiempo deje de tener importancia en la visita. Cada uno de los Portales de acceso tiene su nombre, nosotros aquí, vamos a detenernos en uno de ellos, el único que tiene el arco apuntado y que, curiosamente, se envuelve en una leyenda: el Portal del Mudo.
La Leyenda cuenta que en plena Guerra de la Independencia, estando los franceses sitiando el lugar, un habitante de Sos del Rey Católico escapaba a escondidas en busca de encuentros románticos con su amada. En una escapada fue descubierto por el ejercito francés. Estos dieron por hecho que se trataba de un espía y, entonces, comenzaron las torturas para sonsacarle información. El hombre, al darse cuenta que no aguantaría la intensidad de estas, o quién sabe, si simplemente al no entender ni una palabra de lo que decían se arrancó la lengua con los dientes. Sus torturadores, ante tal hecho, viendo lo que el hombre era capaz de hacer por no traicionar a su pueblo lo liberaron. Y él, herido y moribundo llegó a duras penas hasta el portal, dónde cayó desplomado y muerto. En su honor este lugar pasó a denominarse Portal del Mudo.
Siguiendo con hechos singulares pero alejándonos de la leyenda, Fernando II de Aragón, más conocido como Fernando el Católico nació en 1452 en este municipio. Concretamente en el Palacio de Sada, construido en el s.XV sobre las ruinas del antiguo castillo. Actualmente es un centro de Interpretación en el que se puede encontrar información acerca de la vida del rey.
Hemos hablado del castillo, las murallas, el palacio; en una localidad medieval no puede faltar la iglesia. Y ahora nos detenemos en la Iglesia de San Esteban. Colindante al castillo, en la parte más alta del municipio y adherida a las murallas. Su cripta contiene pinturas que datan del s.XI. Sus ábsides recogen la Iglesia de Santa María del Perdón, llamada la iglesia baja.
En este punto, una nueva leyenda nos envuelve. Dentro de la Iglesia de San Esteban se encuentra el Cristo de Perdón. Para trasladarnos al contexto histórico viajamos de nuevo a la Edad Media (si es que en la visita habíamos podido escapar en algún momento de allí). Entonces un caballero, de nuevo enamorado (el romanticismo está en alza en las leyendas) de una mujer comete un asesinato al sentir celos de un semejante que la cortejaba. Este hecho le produjo graves problemas de conciencia, lo cual le llevó a ir habitualmente a la iglesia y rezar sus oraciones bajo el Cristo que allí se encontraba.
Un día la madre de la víctima apareció en la iglesia y él escuchó su oración, en ella pedía que el alma de su hijo descansase en paz. Esto llevó al asesino a confesar su atrocidad además de asegurar a la madre que se entregaría, pero antes de eso, necesitaba su perdón. La madre, dolida y perpleja miró al Cristo esperando obtener una respuesta y, en ese momento observó, como la cabeza de la talla, que hasta ese momento reposaba sobre su hombro, se levantaba. Esto hizo que la madre encontrara una señal y perdonara al individuo. Se dice, que es desde entonces cuando la cabeza del Cristo permanece erguida y con expresión de paz, pasando a llamarse El Cristo del Perdón.
Pero, más allá de edificaciones concretas, lo que te transporta en esta visita es el paseo por sus calles, estrechas, empinadas que te descubren rincones de los que ningún objetivo puede escapar.
Así, uno se encuentra de golpe con lo que hoy en día es la Biblioteca de la localidad, pero que anteriormente fue la Lonja medieval de estilo románico donde se organizaba el comercio al por mayor.
Y por supuesto, no se puede ir uno de Sos del Rey Católico sin visitar su judería, que se encuentra en la parte trasera del Palacio de Sada. El barrio judío consta de una sola calle de la que salen otras callejuelas de nombres sorprendentes (os animamos a que investiguéis), conformando un pequeño laberinto. Como detalle para los curiosos, hay alguna fachada donde encontrareis el hueco del mezuzah vacío y una cruz arriba, como símbolo de aquellos que se vieron obligados, con la expulsión musulmana, a convertirse al cristianismo. También encontrareis la que se dice que fue la antigua sinagoga, posteriormente transformada en casona del s.XVI y hoy convertida en un alojamiento rural.
En 1984, Sos del Rey Católico vivió un momento muy especial. Este bonito municipio fue protagonista de importantes escenas de la película de Berlanga La Vaquilla. Entonces, muchos de sus vecinos participaron como extras. Veinticinco años después de que esto ocurriera, el municipio quiso rendir homenaje a su director y el elenco de actores que participaron. Así, entre todos esos rincones mágicos de la localidad, se salpican esculturas con forma de sillas de rodaje que conviven en el día a día con los vecinos. Os animamos a que las busquéis y observéis esa pintoresca imagen que ofrecen integradas en la arquitectura medieval del lugar y los letreros que las acompañan, que se acuerdan del espacio que cada uno de los actores, con frases de la película, marcaron su paso por Sos del Rey Católico.
Sos del Rey Católico, sin dudarlo, para nosotros, formaría parte de los pueblos y lugares con más encanto de España que merecen ser visitados. Comentaros que el primer fin de semana de agosto se celebra desde 1995 una feria medieval.
Pasadizos, callejuelas, escudos, murallas, leyendas, castillo, palacio, ermitas, iglesias, soportales, Historia… están allí y os esperan...
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