Se acerca el final de curso y las correspondientes fiestas final de curso. Que tu hijo vaya a finalizar un curso es algo así como una victoria- alivio y una tortura. Todos felices y contentos porque el principito-gremlin finaliza su primer curso en la etapa de infantil (jurando y prometiendo que no traerá puntitos rojos…..); por otro lado, un tortura porque pronto hay que empezar con los preparativos y gastos para el siguiente curso y la temida y esperada fiesta fin de curso…….
Prometí no involucrarme en chismes, críticas, “chonismos” e historias para no dormir típicas de algunas madres y que son un caldo de cultivo en las aulas y en los grupos materno-aulas de whatsapp, pero claro, me puede el amor maternal y he participado en la organización del baile, post baile, regalo de seño incluido y críticas y chismes.Porque una es así, de buena voluntad pero con ramalazo de niña del exorcista ante el padre Karras.
Como sucede en la vida cotidiana y hasta en las mejores familias siempre hay discusiones y madres, padres, tutores, etc que dan bastante por culo en la realización y organización de eventos. Y digo yo….¿para qué están las delegadas de clase? pues muy simple…. para que la subdelegada sea responsable y una pobre madre que se encarga del bien común y hace lo que la delegada se está pasando por sus “partes pudendas” y encima critica la labor que está haciendo su segundo de abordo (que conste que no soy la subdelegada, es una chica muy maja que la pobre se ha “pringado” al máximo).
La simple organización del baile para un grupo de locos de 3-4 años que, en realidad, pasan del tema, ya es una Odisea. Me río yo de Ulises en su periplo histórico, ay! si Homero levantase la cabeza. Buscar una canción adecuada ya es una labor ardua y dura porque hay madres muy de “reggaeton” a las que una canción infantil les parece infantil. Pero vamos a ver…. “señora-choni-desmangarrillada”, un niño de tres años bailando reggaeton en una fiesta infantil ….. (dámelo mami, toma, mete, saca)… estamos locos.
Cuando por fin (y gracias a la seño) se decide el baile, llega la hora de hay elegir los pasos. Otra labor propia de Ulises y hasta de Aquiles si se precia. Siempre hay madres dispuestas a perder el tiempo en su casa ideando pasos y esforzándose para que, obviamente, otras madres estén dispuestas a tocar las narices y hasta la paciencia del santo Job criticando a la “coreógrafa”que se ha vuelto loca para preparar un baile medianamente decente.
Tras ensayos, criticas, chismes y alguna cerveza con las mamis más molonas de la clase, la Odisea avanza hacia el fin de los días (dícese día de la fiesta) con mucho esfuerzo.
La elección del regalo de la seño tampoco puede estar exenta de polémica ni de madres que saben tocar “la moral” y te miran cual Medusa y tú no te quedas de piedra pero sí con los ojos vueltos y ganas de decirle unas cuantas cosas.
El día F (fiesta fin de los días) está cerca y aún queda una semana de más ensayos, chismes y críticas….. Espero que sobrevivamos, que los puntos rojos de las notas no existan y que la subdelegada sobreviva al día F. Y yo… espero que el principito-gremlin baile mientras las madres bailamos abajo en plan ABBA y no seamos el espectáculo y, por supuesto, no acabar como Carrie en su fiesta o no se provoque un holocausto zombie en el patio cuando algunas madres hagan sus comentarios de listillas.
Padres convertidos en zombies tras las fiestas de sus hijos