Antecedentes (resumen del resumen)
Hace dos años, Fernández fue grabado en SU despacho fabricando, supuestamente, escándalos a medida para partidos y cargos independentistas. Es lo que cree la práctica totalidad de la oposición, que ha pedido explicaciones y dimisiones ante las grabaciones hechas públicas. Tanto experto no se puede equivocar. Si me preguntaran diría, sin haber profundizado, que es de esas cosas que me encajan. Por algo será. No sé si el asunto es Maduro o Más duro. La noticia sale ahora. Si Rajoy es conocedor o no ya sabemos que da igual, aunque no de lo mismo. Hay que olvidarse de este hombre, es una cuestión de higiene mental.
A la alfombra del PP, mullido suelo electoral sobre el que pisan con garbo y seguridad sus propietarios, se le acaba de pegar una mierda de considerables proporciones. Blanda. Escurridiza. De esas que se extienden cual derrame, filtrándose “sesgadamente” entre las fibras con rapidez. Lo que hubiesen dado por el clásico “pino” sólido que sale de la lanzadera directo a su destino. Lo hubiesen cogido y tirado rápidamente, donde fuera, sin dejar huella de su paso. Ni olor.
El Ministro de lo Anterior, alias “Delinterior” por su cargo (y la inmensa FE que alberga en su pecho) es, presuntamente, el autor del escape. Ahora no se hacen las cosas como las hace él, de ahí el nombre de su “cartera”, a lo ministro de antes. Acorralado, su respuesta es la indignación. Cuando la practica alguien de tan arriba pretende convertirla en argumento, no debería colar. Si quien se indigna es un perro-flauta le curan el cabreo a porrazos.
Sostiene Fernández que, en este caso, “Primero se dispara y luego se pregunta”. Que se lo digan a los subsaharianos hundidos a pelota de goma en las aguas de Ceuta y Melilla. A ellos ni siquiera les preguntaron luego.
Sostiene Fernández que la “verdadera conspiración” es que aparezca una grabación antes de las elecciones, ¡pero si llevamos ocho meses en harina!, oiga, ¿cuándo viene bien que aparezca? Nunca, a poder ser. O en su defecto cuando se tiene mayoría absoluta. Todo resbala entonces.
Sostiene Fernández aquello de “probar su propia medicina” cuando el marrón (de mierda) afecta a un contrincante. Ahora tiene que hacer de cobaya con las recetas que aplica él. El ministro, con independencia de la ilegalidad de la grabación, debería dar explicaciones. Otra cosa no se le puede exigir.
Cómo se están poniendo las cosas en la recta final. Al candidato socialista le sacan el vídeo de la mano negra y a Fernández Pepé la supuesta cagada. Aviso a los que quedan, es posible que antes del domingo hallen rastros de azufre en las manos del coletas.
Sostiene Pereira es un libro muy recomendable que nada tiene que ver con esto, me vino a la cabeza por el “sostén” de Fernández.