Ya estuvimos leyendo en un bar. Y cuando cayó la tarde caminamos entra la gente y las calles de Barrio Norte antes de volver a casa.
Ahora en el equipo suena Easy tiger, de Ryan Adams. Un disco de alma tibia, corazón acústico y canciones que se las arreglan para hacerse un lugar antes de que llegue la noche fría. Búsquedas, pérdidas, calles con rostros y la sensación de no encontrar el hogar (como le sucede al que camina las calles de New York en "Off Broadway").
Cuando un disco encaja perfecto con el estado de ánimo, sólo resta dejarlo correr. Y darle otra vez play una vez que se despiden -como en este caso- "These girls"y "I taugh myself how to grow old".
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