The seldom seen kid es su cuarto lp, y es un resumen de todo lo que esta banda oriunda de Manchester es capaz de plasmar en un estudio. Climas sostenidos, aires sinfónicos, levitaciones varias.
Pero si hay algo que requiere la música de Elbow es paciencia. Esto queda demostrado desde el comienzo de este álbum, con la larga intro orquestada de "Starlings" y su lento desenvolvimiento. "The bones of you" comienza a mostrar esa delicada versatilidad rítmica y tímbrica típica de los mancunianos, en este caso con una electricidad dosificada que agrega nuevas texturas a la música.
El comienzo de "Mirrorball" es un gran momento de música en sí mismo, mientras que "Grounds of divorce" -primer single del disco- levanta la temperatura con latigazos de electricidad amenazante. "An audience with the Pope", por su parte, se monta sobre un engañoso ritmo caribeño que mantiene el clima amenazante y pomposo de Elbow en primer plano. En la letra, una "reunión con el Papa" puede esperar siempre y cuando la chica en cuestión se digne a necesitar al protagonista.
A esta altura (si los ansiosos aún no cambiaron el cd) nos damos cuenta que estamos ante un disco envolvente, de pequeños grandes secretos en su interior y en su lento desarrollo.
En la segunda mitad, "Weather to fly" es simple belleza contemplativa (para pisar hojas otoñales bajo el sol) mientras que "The fix" nos trae al bueno de Richard Hawley en voces y co- composición. Otro momento misterioso y autónomo de un disco plagado, como dijimos, de pequeñas maravillas imperceptibles.
En el tramo final, "One day like this" extiende las lubricadas orquestaciones, para cerrar allá abajo con la levitación de "Friends of ours", una emotiva declaración de amistad y camaradería envuelta en bellas melodías de cuerdas:
Before leaving get to the bar
No one round here makes you pay
Never very good at goodbyes
So gentle shoulder charge
Love you mate.
Elbow: un posible remedio para curar la ansiedad, para sentarnos simplemente a escuchar.