Southeast US: Día 4, 1ª parte, Blue Ridge Parkway

Por Valentinawandering

Soon in English! Sé que había dejado este viaje un poco abandonado, aquí vuelvo con él. Como comentaba en el post anterior, una posibilidad es quedarse en Asheville para ver la mansión Biltmore, pero si no os apetece especialmente este sería un buen plan. Tras tomar fuerzas con un buen desayuno en Asheville podéis ver un poquito el pueblo antes de meteros en la carretera. Hay casas muy bonitas de las familias adineradas que venían a la zona para mejorar su salud y el pueblo también es interesante. Retomamos después el camino por la Blue Ridge Parkway. Solo conduciendo y parando en los incontables miradores ya tienes estampas como esta: La primera parada puede ser en Craggy Gardens pero si no tenéis mucho tiempo y queréis disfrutar de cada cosa sin estar mirando el reloj os recomiendo conducir directamente hasta el Mount Mitchell State Park.  El Monte Mitchell, de cerca de 2000 metros de altura, es el pico más alto de los Apalaches, el más alto también del este de los Estados Unidos y el tercero más alto de todo el país. Se llama así en honor a Elisha Mitchell, que fue quien calculó su altura en 1835. Este hombre murió en 1857 al resbalar y caer por las cataratas que también llevan su nombre, las Mitchell Falls, cunado iba a tomar nuevas medidas para verificar las que había tomado. Habiendo estado allí y visto lo inhóspito de la cumbre, con un viento tremendo y bastante frío siendo solo octubre, me parece increíble que alguien con las condiciones de la época pudiera adentrarse allí y conseguir medir la altura correctamente.  Hay una torre de observación a la que accedes subiendo algunos metros tras dejar el coche, que ofrece estas preciosas vistas (aunque en un día sin niebla seguro que hubieran sido mucho más espectaculares): Si se os hace la hora de comer no os quedará más remedio que comer en el restaurante que está al lado de todo esto, no tenéis nada más en muchos kilómetros a la redonda. De todas formas, y quitando la espera, no estaba  mal, era muy parecido en calidad y precio a todo lo que íbamos viendo así que no se puede decir que fuera el típico sitio con comida horrible y un precio altísimo que se aprovecha de ser el único abierto en la zona. Y las vistas, geniales por supuesto (me vais a decir que estoy obsesionada con las vistas... :) )