Hace poco le dije a mi hijo que no podía ver más dibujos que ya había visto suficientes por un día y él”con sus cinco años” me contestó que vale pero que yo ya no podía utilizar el móvil que ya lo había utilizado bastante. En ese momento comprendí que con lo del móvil estaba fallando. Muchas veces en el parque o jugando a fútbol paro para mirar el móvil.
Pero que den un paso adelante los que sean capaces de dejar el móvil en casa y no arrepentirse y tener un deseo loco de volver a por él. Quién no se ha quedado sin batería en algún momento y ha tenido una angustiosa sensación de estar totalmente desconectado del mundo, ilocalizable. Todos los que nos dejamos el móvil en casa haciendo un esfuerzo, caminamos con la sospecha de que en ese momento precisamente recibiremos una llamada muy importante o un mensaje que no puede esperar. Y lo peor: quién sale del teatro, del cine, del dentista o del trabajo y aguanta hasta la puerta sin comprobar las llamadas perdidas, los mensajes, los emails, el facebook.Por término medio, cada usuario consulta su móvil 34 veces al día. con este dato es fácil darse cuenta de la dependencia al teléfono móvil que existe.
Una población especialmente afectada por esta adicción son los adolescentes. La idea de “ocio y tiempo libre” parece ir ligada al móvil y parece impensable que un adolescente no disponga de este objeto. Pero no nos engañemos, nosotros estamos también enganchados, muchos de nuestros padres se han enganchado igualmente a sus 60 primaveras.
Lo que hoy quería decir aquí es que en estos días en los que el tiempo es un bien escaso, debemos dedicar a nuestros hijos tiempo de calidad. Si vamos a jugar con ellos al fútbol al parchis o lo que sea podemos aguantar un rato sin mirar el móvil.
Desde que ha empezado el 2017 cuando entro en casa dejo el móvil en un cajón. Y sí, voy a veces al cajón y lo miro, pero que esté ahí me ayuda mucho.
Dejad el móvil, desengachaos, difrutad de un paseo con vuestros hijos sin tenerlo en el bolsillo. Estar en casa con ellos sin mirarlo, el resultado:PAZ. El domingo que hizo sol dimos un paseo de un par de horas sin el móvil, me sentí extrañamente bien.
Yo me estoy rehabilitando,¿Y Tú?