Soy ateo y soy bueno

Por Beatriz
autor: blog Agua Viva
Es común encontrar esta afirmación en foros y blogs de internet o en la calle escrita en una pared: "Soy ateo y soy bueno", "No creo en Dios y soy bueno", o también "Gracias al ateísmo he comprendido que no hace falta rezar a ningún Dios, ni creer en nada sobrenatural, para llevar una vida de respeto a los demás".
Al parecer algunas personas creen que la Iglesia Católica enseña que una persona sin fe y sin gracia es irremediablemente inmoral y malvada incapaz de realizar buenas obras y la persona que ha apostatado cree confirmar que sin Dios puede ser una persona honesta, por lo tanto, concluye que es falso que el ateo es inmoral y malvado, es falso lo que enseña la Iglesia Católica, y por extensión es falso que Dios existe....
Como se parte de un error, se llega a una conclusión errónea.
La teología católica enseña que una persona sin fe y sin gracia, o sea, sin Dios, puede hacer obras moralmente buenas; lo que no puede es perseverar en ellas sin ayuda de la gracia (nadie puede, ni siquiera el Papa)
Tomado de: Teología del Dogma Católico del p. Javier de Abarzuza O.F.M
"El hombre caído puede sin la gracia de la fe hacer algunas obras moralmente honestas" (doctrina al menos católica)
Explicación de términos:
- El hombre caído sin la gracia de la fe: es el que no solamente no tiene la gracia santificante, sino que tampoco tiene la fe sobrenatural, ni la actual, ni siquiera la habitual; se trata del infiel positivo y negativo.
- Puede hacer algunas obras moralmente buenas: es decir, obras que no sean formalmente pecado; estas obras podrán ser, o moralmente honestas en el caso de que se hagan sin ninguna gracia entitativamente sobrenatural, o saludables, si se hacen bajo la moción de una gracia entitativamente sobrenatural.
El Papa Clemente XI condenó esta frase de Quesnel: "Solo la gracia de Cristo hace al hombre apto para el sacrificio de la fe; sin esto sólo hay impureza, solo hay miseria" (D 1392).  Clemente XI fue el Papa nº 243 de la Iglesia Católica entre 1700 y 1721, es decir, hace trecientos años que un Papa condenó una frase en la cual se afirmaba que en una persona 'sin Dios' "solo hay impureza, solo hay miseria".

Nada nuevo bajo el sol... un ateo puede hacer obras moralmente buenas, lo que no podrá nunca sin la gracia es PERSEVERAR hasta el final, o sea, hasta la muerte, en las buenas obras. Si un ateo persevera en las buenas obras, pues se debe a la gracia, y se dice que son gracias dadas en vista a un arrepentimiento y conversión futura.
El ateo -aparentemente- rechaza a Dios, Dios es Amor y no rechaza al ateo, espera....
Es la voluntad de Dios que "todos los hombres se salven" (1 Tm 2,4) y ofrece su gracia a todos, a los no-católicos "por medios que solo El conoce" (esto lo explica maravillosamente el cardenal Journet que expongo en el blog Charlemos sobre la Gracia) , se la ofrece incluso al ateo (sin que él o ella se de cuenta de quien proviene, como suave brisa), quien puede rechazarla o aceptarla porque la gracia no anula nuestra libertad. 
Nadie podrá reclamar que Dios no le dio más de una oportunidad, se condenará quien rechace su gracia.
Entonces ¿da igual ser católico o ateo? La respuesta es: No.  Sin Fe es imposible salvarse, pero algunas personas sufren ignorancia invencible, quiere decir que hay algo que las tiene bloqueadas y que les impide dar el sí a Cristo.  El Papa Pío IX admitió la dificultad de delimitar los casos de ignorancia invencible preguntándose «quién se arrogará el poder de determinar los límites de esa ignorancia según la índole y la variedad de los pueblos, de las regiones, de los espíritus y de tantos otros elementos?». (Es bueno que lean esta entrevista a Ilaria Morali profesora de teología en la Gregoriana)  En la Iglesia Católica se encuentra la plenitud de los medios de salvación, los sacramentos son canales de la gracia divina (esto también lo explica Journet maravillosamente), y para perseverar es necesaria la gracia, en pocas palabras, el camino SEGURO se encuentra en la Católica.   Nunca dejaremos de afirmar esto porque es la verdad, aunque a algunos les moleste.