Charlotte, que por fin ha dejado atrás el mundo de pueblerinos aficionados a mascar tabaco y trasegar cerveza, no tarda en descubrir, sin embargo, que el espíritu de Dupont se parece más al de Sodoma que al de Atenas, y que el sexo, las drogas y el alcohol desempeñan un papel mucho más destacado que el saber y los libros de texto.
Una serie de personajes, magistralmente retratados, contribuirán a abrirle los ojos: Beverly, su compañera de habitación, obsesionada con el sexo, la ropa de marca y los deportistas del campus; Jojo Johansen, el único titular blanco del equipo de baloncesto de Dupont, que ve peligrar su puesto por la aparición de un as negro salido de los suburbios de la ciudad; Hoyt Thorpe, un golfo redomado, aunque con estilo y clase, que lidera el círculo más exclusivo y desmadrado de la universidad; y Adam Geller, un intelectual judío, redactor del periódico del campus, que se gana el sustento repartiendo pizzas y escribiéndoles los trabajos académicos a los deportistas que no tienen ni tiempo ni cerebro para hacerlos.