Cualquier diabético puede hacer ciclismo. Es más, es un deporte recomendable. Hay que extremar todavía más las medidas de alimentación sobre la bici (que todos deberíamos seguir aún sin ser diabéticos y que no seguimos): comer unos 50 gramos de hidratos (en forma de barritas, fruta) por cada hora de ejercicio.
Entre los especialistas en medicina deportiva, la conclusión aquí es rotunda: el deporte es una actividad muy beneficiosa para los diabéticos.
El ejercicio físico no tiene ni el mismo efecto ni la misma utilidad en los distintos tipos de diabetes. Tampoco todas las modalidades deportivas son aconsejables. Sin embargo, está comprobado que la actividad sí es beneficiosa para todos los diabéticos (ya sean del tipo 1, 2, intolerantes hidracarbonados o mujeres con diabetes gestacional durante el embarazo). Y el ciclismo entra dentro de esa categoría de deportes aconsejados.
La diabetes del tipo 1 se debe a un fallo de la célula beta, que es incapaz de producir insulina por una alteración autoinmune. Aunque el ejercicio físico es beneficioso para este grupo no es tan eficaz como en otros tipos de diabéticos. El ejercicio físico disminuye las necesidades de insulina del diabético, mejora los controles de glucemia y la hemoglobina A 1 C, pero debe realizarse de forma programada. Así pues, el diabético tipo 1 debe evitar algunos deportes, como el ala delta, el submarinismo o el alpinismo por el riesgo de sufrir una hipoglucemia que le provoque un accidente.
Para los diabéticos de tipo 1, tampoco son aconsejables los deportes de contacto, como el boxeo. Si se tiene una retinopatía diabética se puede sufrir un desprendimiento de retina o una hemorragia vítrea. El diabético tipo 1 puede practicar el resto de deportes, incluso para la competición, pero siempre que reúna ciertos requisitos: Ha de estar bien compensado, habitualmente tratado con dosis múltiples de insulina, que se pinche varias veces a lo largo del día, con un buen manejo de la dieta y que esté bien atendido por un equipo adecuado.
La diabetes de tipo 2 es distinta: el páncreas de estos pacientes -normalmente personas mayores de 40 años mientras que la tipo 1 es más precoz- produce insulina, pero ésta encuentra resistencia a la hora de cumplir su misión, que es la de meter la glucosa dentro de la célula. Normalmente, el diabético que contrae el tipo 2 posee problemas físicos y suele ser alguien sedentario. Y el ejercicio físico es recomendable, porque facilita la entrada de glucosa dentro del músculo al mejorar los receptores de la insulina que hay en las células. El diabético de tipo 2 necesita ponerse menos cantidad de insulina.