Soy el número cuatro

Publicado el 29 junio 2011 por Serreina
Animado por el amigo Kin G. Haro, del blog De Fan a Fan, me dispuse a ver esta película, con la premisa de que no me iba a gustar, pues entendí lo que realmente me quería decir Kin.Quizá fue por esto que la película me sorprendió gratamente, y a pesar de que ha sido apaleada por público y crítica, me ha entretenido lo suficiente para hacerme pasar un buen rato.
La trama nos sitúa ante un joven, que en realidad es un alienígena, que tiene que ir cual nómada, abandonando todos los sitios en los que se establece, pues es perseguido por fuerzas malignas de su planeta, que pretenden acabar con los últimos supervivientes de su hogar. Es acompañado de un pseudo padre, que en realidad es un guardián que vela por su seguridad, y que le aconseja en todo lo que le atañe a su futura vida. Los problemas empiezan cuando se establecen en un pequeño pueblo, y en el instituto al que asiste para recibir clase, cae enamorado de una guapa adolescente, lo que hará muy difícil abandonar su último establecimiento a pesar de tener al enemigo muy cerca.
La película esta llena de clichés (chico con superpoderes, el instituto, la lucha por el amor,...), y en muchos sitios he leído comparaciones con la saga Crepúsculo, pero desde luego, hay una notable diferencia, Soy el número 4, es mucho más entretenida, tiene más acción, y no es tan pastelona como la saga de los vampiros.
De acuerdo que no es una película perfecta, empezando por lo previsible de su guión, su dirección tan cuadrada, y que los actores no puedan dar el 100%, pero sin duda me ha entretenido de lo lindo. Eso sí, después de haber acudido a ella, con todos los prejuicios del mundo, que sin duda ha ayudado a que me de cuenta de que no era para tanto.

En definitiva, no me extiendo más, pues la película tampoco lo merece, pues como ya he dicho varias veces, no esperéis una gran película, pero sí una manera de entretenerte, y más aún si cuentas con la edad idónea para verla (para mi sería entre los 14 y los 20). La recomiendo.