La película esta llena de clichés (chico con superpoderes, el instituto, la lucha por el amor,...), y en muchos sitios he leído comparaciones con la saga Crepúsculo, pero desde luego, hay una notable diferencia, Soy el número 4, es mucho más entretenida, tiene más acción, y no es tan pastelona como la saga de los vampiros.
En definitiva, no me extiendo más, pues la película tampoco lo merece, pues como ya he dicho varias veces, no esperéis una gran película, pero sí una manera de entretenerte, y más aún si cuentas con la edad idónea para verla (para mi sería entre los 14 y los 20). La recomiendo.