"…A tus hijos me entregas, ya que confías en mí…"(LA TELEVISIÓN)Hace varios años (no voy a decir cuántos), cuando me encontraba en plena adolescencia, escribía muchas canciones para cantarlas cuando tuviera mi banda de rock (después llegué a tener más de una). Me encantaba escribir sobre temas interesantes, sobre la realidad, sobre lo que veía a diario a mi alrededor (era para mí una forma de blogear antes de que existiesen los blogs). Recuerdo una vez que me encontraba pasando unos días en casa de una tía, y de repente observé la cara de mis primos que eran unos pequeños de 2 y 4 años. No lo podía creer, sus rostros se habían transformado abrían la boca en una especie de actitud meditativa, más bien hipnotizada. Estaban frente a la TV.Esto permitía a mi tía realizar mil labores, le permitía moverse libre, y por lo que recuerdo le generaba una tranquilidad a la que ella le daba un gran valor. Pasaron las horas, y las caras de los niños eran las mismas, sus ojos fijos en la pantalla reflejaban lo sumergidos que se encontraban en ese mundo de luz y colores. No pude resistirlo, tomé papel y lápiz y comencé a escribir una canción que titulé “Soy la Televisión”. Confieso que nunca llegué a grabar este tema, pero a quienes se lo canté en esa época siempre les gustó mucho, menos a mis padres por supuesto.En mi canción, la televisión le decía a quien la oía: “…A tus hijos me entregas, ya que confías en mí…”. Esta frase me viene a la cabeza hoy día cada vez que reflexiono o converso con alguien referente a lo que mi padre llamaba “la caja boba” (digo llamaba, porque hoy día él también ha cedido ante su encantadora hipnosis). Y el punto es: ¿Se han detenido a observar lo que transmite la tele hoy día a los niños, especialmente en los canales llamados infantiles? ¿Se han sentado a analizar el verdadero mensaje detrás de los “comerciales”? ¿Han notado la insistencia en darle cierto erotismo a las series de adolescentes que se transmiten por dichos canales cuyo público en su mayoría es infantil? ¿Es necesario tener la tele encendida todo el día en tu hogar?La sociedad en que vivimos tiene más de una estrategia para separar a la familia y encarrilarla en su tren de productividad, consumismo y obediencia ciega. Nos programan desde muy pequeños a desear objetos que en seguida debemos reemplazar por otros “mejores”. A estimarnos por lo que tenemos, por lo que usamos. A seguir ciertos patrones que alguien previamente diseñó y que se implican estar a la moda o actualizado.Personalmente pienso, especialmente ahora que soy padre que no vale la pena el tiempo de “libertad” que te da el dejar a tus niños frente a la niñera TV, especialmente cuando hablamos de largas horas. Piensa en todas las actividades del hogar en las que podrías integrarlos de forma divertida y que les enseñarían muchísimo más que cualquier actividad que realicen en la mejor escuela. El tiempo que pases o dejes de pasar con ellos no volverá jamás. La vida es corta y es una sola, tus hijos jamás olvidarán esos momentos que les recordaron lo importante que son para ti. Hoy día “A mis hijos no se los entrego, ya que no confío en ELLA…”Por Elvis Canino