Soy madre y me tomo muy en serio mi maternidad.

Hola, ¿qué tal? Soy ¡Mamá qué sabe!, soy madre y me tomo muy en serio mi maternidad. ¿Podría servir como presentación tras quince días de supervivencia gripal? Después de 387 entradas en este blog no creo que os sorprenda si os digo que me tomo muy en serio mi maternidad, ¿verdad? Soy una madre apasionadamente seria, felizmente seria, meticulosamente seria… y ¡escandalosamente juguetona! porque me tomo muy en serio mi maternidad

Me tomo tan en serio mi maternidad que por eso soy una madre… ¡escandalosamente juguetona!

Me encanta jugar con mis hijos, especialmente en su primera infancia, pues luego ya son ellos los que me invitan o dejan de invitar a sus fiestas de jugones Todo me sirve para ver un juego con ello; nada fuera de lo común, no os creáis, pero entre la primera idea que se me ocurre y las siguientes que se inventan mis hijos, cualquiera diría que algo tan básico puede tener tantas vidas… Vivimos creando juegos constantemente. Crecemos creando juegos.

Y si no encontramos la cinta de carrocero, cometemos un delito usando el washi tape de mamá.

Me gusta invertir tiempo en juegos improvisados y dar mil vueltas a los materiales. Para mí es importante iniciar desde pequeños a mis hijos en un consumo responsable, así que no compro muchos juguetes y los que compro los reservo para momentos especiales. No tienen por qué ser solo en Reyes o por sus cumpleaños; quizá es por el día “porque tú lo vales” o “porque eres un campeón”… pero sí, podríamos decir que somos una familia moderadamente consumista, aunque raro es el día que no haya un juego nuevo en casa. Ahí sí que nos gusta ser abundantemente espléndidos.

Botellas sensoriales utilizando glicerina aseguran oír el mejor ¡halaaaa! del mundo mundial.

Quizá es solo una nueva vuelta creativa a un juguete que lleva años con nosotros; o unos palos que hemos pintado, o una baraja que tan pronto sirve para hacer volar una a una sus cartas como para hacer filas… Nos gusta exprimir y ver posibilidades diferentes a cada objeto susceptible de juego.

Un mismo objeto tiene diferentes formas de ser visto. Aprender jugando. Jugar a aprender…

Generalmente tiendo al equilibrio: me gusta partir de un posible juego estructurado pero en el que mis hijos decidan cómo disfrutarlo de forma personal y única (lo que de forma común llamaríamos: improvisando). Y como volvemos a jugar con esos mismos materiales una y otra vez, cada vez aparece una nueva forma de uso conforme crecen mis hijos. Es lo genial del juego: la plasticidad que permite adaptarse de forma exclusiva a cada niño y a cada etapa. Me gusta fomentar el juego:

• físico
• de concentración y atención sostenida
• individual
• con miembros de la familia
• en casa
• en la calle
• improvisado
• estructurado

¡Y en 15 minutos tenemos un juguete nuevo!

Juega mucho, juega variado, pero juega. La vida consiste en jugar, y no solo durante la infancia. Cuantos más recursos enseñes a tus hijos, mejores jugadores serán.

Y si quieres ver cuántos juegos y juguetes hemos compartido ya en el blog, solo tienes que hacer click en las palabras mágicas: juguetes – juegos. Seguro que compartiremos más, muchos más… ¡síguenos por mail para no perdértelos! o toma ideas de las que compartimos enInstagram.

Y tú, ¿te tomas en serio tu maternidad? ¿Eres escandalosamente jueguetona/juguetón?