De los tres, el que más me ha llamado la atención y que en cierto modo motiva estas líneas es el que publica en Tercera Información y otros medios digitales José Antonio Gutiérrez; aunque, más que el artículo en sí, lo que me ha llamado la atención han sido los numerosísimos comentarios que, a continuación del artículo, han dejado los lectores.
El autor condena el atentado y lamenta las muertes de los periodistas, pero dice no identificarse con el lema por considerar que las sátiras de la revista contra los musulmanes en este momento de racismo y la xenofobia son inoportunas y colonialistas (y muestra una desafortunada portada de Charlie Hebdo haciendo mofa de la masacre en Egipto); además, relaciona todo esto con la indiferencia de Occidente hacia otros atentados y masacres contra la libertad de expresión o contra el pueblo musulmán realizadas en época recientes, y critica la hipocresía que entraña.
He de decir que, aunque un tanto maniqueos, en un primer momento los argumentos presentados por el autor me parecieron bastante acertados y casi diría que necesarios en medio de la uniformidad en el tratamiento de la noticia que nos presentan “los medios”. Sin embargo, al terminar el artículo me puse a leer los numerosos comentarios de los lectores, que mostraban tan interesantes, variadas y divergentes opiniones, algunas muy bien argumentadas, que me han ayudado, más que éste o ningún otro artículo, noticia o reportaje, a formarme un punto de vista más amplio y poliédrico sobre este tema.
Pero, aún así, me ha decepcionado que todas las opiniones vertidas (y son un montón) pudieran resumirse en dos frases: yo soy Charlie Hebdo o yo no soy Charlie Hebdo y he echado de menos que ninguno de los lectores que comentaron el artículo levantase la cabeza, viera un poco más allá de las calles de París y aprovechase la ocasión para decir Yo soy el marginado, Yo soy el masacrado.