Soy Zack Wahls, hijo de una pareja homosexual

Por Indignado @gritopoliticoes

Como sabéis, el pasado diciembre el Ministro de Justicia Don Alberto Ruiz Gallardón aceptó firmar el convenio de adopciones con Rusia por el que el Govierno de Putin pretende evitar que los niños rusos sean criados por familias homosexuales.

Obviamente, esta noticia ha consternado a los colectivos LGTBI que se sienten no solo discriminados sino además faltos de respaldo por parte de su gobierno.

A raíz de estos recientes acontecimientos, hemos creído interesante poner de manifiesto esta, tanto conmovedora como didáctica, historia…

Se trata del testimonio de Zack Wahls, un chico de Iowa (Estados Unidos) que ha sido criado por una pareja de lesbianas. Al parecer, éste se dirigió a la House Joint Resolution no. 6 de Iowa, donde se debatía una propuesta de enmienda constitucional para prohibir el matrimonio gay (allí estaba permitido), allí explicó cómo hasta entonces había sido su vida, cómo se había criado y lo que había conseguido a lo largo de los años. Algo, como según él mismo explica, nada diferente de cómo podría haber sido de haberse criado en el seno de una familia heterosexual.

Tras ver el vídeo una y otra vez, lo que más nos llama la atención es el concepto tan claro y ejemplificante que Zack tiene de lo que es una familia:

El sentido de la familia deriva del compromiso con el otro, de trabajar durante los tiempos difíciles y poder así disfrutar los tiempos buenos. Deriva del amor que nos une, eso es lo que hace a una familia

Por una parte, parece indignante que aún se trate al colectivo gay como personas diferentes que necesitan un permiso especial para considerarlas preparadas para hacer aquello que una persona heterosexual hace por propia naturaleza. Por otra, resulta extremadamente absurdo y descorazonador que hayan niños desamparados o en espera de adopción, existiendo personas válidas y absolutamente dispuestas a desvivirse por ellos y a regalar amor incondicionalmente.

Los niños criados por parejas homosexuales no son diferentes a los criados por parejas heterosexuales. Y ahora existen testimonios que así lo corroboran.