Creo que ya había comentado antes que me encanta la pasta, en todas sus variadas, con todas las salsas del mundo y rellenas de cualquier alimento. Esta es una de mis recetas favoritas de pasta, me extraña que no la haya publicado antes ya que es súper fácil, rápida y como no, buenísima!
También sabéis que me encanta la comida exótica, sobre todo la oriental, pero como no puedo ir al japo todas las semanas, ni todos los meses (ojalá), me conformo llamando al chino! Me chiiiifla la comida china, siempre pido setas y bambú para mezclarlo con los fideos chinos….mmmm…qué delicia! Se puede decir que la receta de hoy es mi versión casera de ese plato. En realidad no tiene nada que ver, fue un invento que surgió intentando imitar el plato chino.
¿Tienen buena pinta verdad? A mi es un plato que me encanta, y lo mejor es que, como os he dicho antes, es muy rápido y fácil, con 4 ingredientes lo tienes hecho. A veces lo importante es saber combinar bien los ingredientes, no es necesario pasarse 4 horas en la cocina para hacer algo bueno. Empezamos!!
INGREDIENTES
Spaghetti (también se pueden hacer con fideos chinos deshidratados, queda muy bueno porque el fideo chino absorbe mejor la soja)
Setas cultivadas (yo las compré congeladas de Mercadona, pero también se pueden encontrar en bote de conserva llamado “surtido de setas” o algo parecido)
Cebolla
Soja
Queso Grana Padano (aunque es cuestión de gustos, este va perfecto porque tiene un sabor un poco fuerte que contrasta genial con la soja)
Mientras preparamos la pasta de la forma tradicional que todo el mundo sabe, en una sartén sofreímos media cebolla, o 1 entera, depende de la cantidad de personas, yo siempre cocino para dos. Cuando la cebolla ya esté blandita añadimos las setas y un buen chorro de soja, a mi me gusta cargadito…jejeje pero como siempre, cada uno decide la cantidad. Lo dejamos haciéndose en la sartén a fuego medio. En 10 o 15 minutos lo tendrás listo. Cuando la pasta esté preparada, la escurrimos y la añadimos a la sartén con la mezcla de setas y soja. Subimos el fuego y removemos un ratito para que se mezclen bien los sabores. Y ¡Listo! Fácil verdad?
¿Habéis visto mis palillos chinos para torpes? Les tengo mucho cariño, me recuerdan a cuando empezamos a vivir juntos, nos dio por hacer cenas temáticas y obviamente la japonesa no podía faltar. En esa época no era muy buena con los palillos así que cuando los vi (creo que son de Habitat) supe que tenían que ser míos!! Además, cuando viene gente a casa y les preparo este plato, siempre los saco.
(Aquí una prueba de nuestra preparación en las cenas de temática japonesa)
Y ojo! que el kimono es original de Japón. Los tios de Tomás se fueron de viaje allí y se lo trajeron como regalo…yo no pude evitar plantármelo para presentar nuestros primeros makis caseros. Y bueno, que me voy del tema de los palillos. Si sois un poco torpes, como lo era yo, porque ahora soy una total experta (guiño, guiño) os los aconsejo. Son como unas maxipinzas, el muelle ayuda a hacer presión y que no se te caiga la comida.
Pues aquí acaba la receta de hoy, fácil, rápida y divertidaaaaaaaa!!!
Me podrían dar un programa de cocina, acabaría siempre con esa frase….
jajajajaja