La pasta es uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea y puede tener variedad de combinaciones. En mi cocina es un plato que no suele faltar nunca, de hecho a mi marido, Sebas, le encanta, es su plato favorito. Supongo, que en la mayoría de las casas suele ser el plato más socorrido a la hora de improvisar una receta. Combinada con carne, verdura, en ensalada y de mil formas distintas, suele ser casi siempre del agrado de la mayoría de los comensales.
Esta semana, dando una vuelta por el mercado me acerqué a la pescadería donde suelo hacer la compra, encontré unos mejillones y unas almejas que tenían un aspecto impresionante y decidí preparar esta receta, que aún no siendo algo muy novedoso, si os aseguro que el resultado de la combinación del sabor a mar junto a la pasta y ese aroma tan especial que le da la albahaca os dejará una sensación tan agradable, que no dudareis en volver a repetir.
INGREDIENTES: (2 Personas)
- 150 gramos spaghetti
- Albahaca fresca
- 300 gramos de almejas
- 100 gramos gambas peladas
- 500 gramos de mejillones
- 1 sepia pequeña
- Tomate triturado
- 1 cebolla tierna
- 1 ajo
- Vino blanco
ELABORACION:
En primer lugar pondremos a remojo las almejas en agua con sal para que vayan soltando la arena y mientras tanto, limpiaremos lo mejor posible los mejillones estirando de las barbas con cuidado y rascando la concha con un cuchillo o con un "nanas". En una cacerola, ponenos un poquito de aceite de oliva y echamos las almejas y mejillones juntos, a los que añadiremos una hoja de laurel. Dejamos que se nos abran y reservamos, eso sí una vez se hayan enfriado retiraremos algunas conchas para que nos ocupen tanto a la hora de presentar el plato, y colaremos el jugo que hemos obtenido de la cocción.
Vamos preparando el ajo, la cebolla y la albahaca, que picaremos bien finita, para que suelten bien todo su aroma. En una sartén, tipo wok pondremos un buen chorrito de aceite e incorporaremos primero el ajo e inmediatamente la cebolla, sofreimos y añadimos un poco de vino blanco dejando evaporar el alcohol. Una vez bien pochado, añadimos las gambas y la sepia, previamente troceada. Pasados 2 o 3 minutos echaremos el tomate triturado y la albahaca, y dejaremos un buen rato para que se fundan todos los aromas. Para darle más sabor a este sofrito, echaremos un poco del caldo de la cocción de las almejas y mejillones.
Con la salsa ya preparada, sólo nos queda cocer la pasta, yo he utilizado spaghetti de verduras, me gustan por su colorido, y si además aporta alguna vitamina extra, pues mejor. Cocemos el tiempo que marque el fabricante, escurrimos bien y las añadimos al sofrito, donde le damos un último golpe de calor, así conseguiremos que se impregnen de los sabores de nuestra salsa. Decoramos con unas hojas de albahaca (o de perejil) y ya tenemos listo nuestro estupendo plato de pasta marinera, el que quiera puede añadir un poco de queso parmesano, yo no lo hago, ya que por si solos tienen un sabor exquisito. Buen provecho!