Spain is different y desigual

Publicado el 16 octubre 2013 por Carmentxu

Si Ángela Merkel empujaba hace unas semanas su carrito de la compra por un supermercado alemán, dos días antes de la jornada electoral que había de consolidar su liderazgo al frente de la superpoderosa Alemania, Luis de Guindos debió pensar ayer que aferrarse a su tupper de croquetas tanto como su cartera daría confianza a los mercados por un lado y humanizaría su figura de severo semblante ante sus paisanos, que acarrean su tupper con más soltura a fuerza de costumbre.

Lo cierto es que la imagen, en la que se intuye a un humano De Guindos que siente, aunque sea algo tan primario como el hambre a la hora de comer, no es suficiente para humanizar al personaje. Más bien causa una mezcla de emociones entre estupor, asombro y, finalmente, duda, muchas dudas: ¿nadie pudo dejarle al ilustre ministro de Economía y Competitividad del reino una simple bolsa para que acarreara su comida rápida? ¿De dónde salieron las croquetas? ¿Las traía de Madrid en su avión en viaje oficial en previsión de la falta de tiempo? ¿Las habría elaborado este domingo la madre de algún asesor para que su hijo se sintiera como en casa cuando acompañara al ministro a Luxemburgo? ¿Teme éste, pese al optimismo infundado sobre el final del rescate y la vuelta inminente a los días de vino y rosas, ser envenenado por alguno de sus compañeros de eurofinanzas? ¿De qué eran las croquetas? ¿Cómo pasaron los estrictos controles que impiden transportar alimentos como equipaje de mano? ¿Las compartió el ministro posteriormente con su séquito, presuntamente también afectado por la falta de tiempo y acuciado por el hambre?

Una lectura apócrifa podría ser la de que a De Guindos hay que darle de comer aparte y él es conscientede su dificultad, también con las comidas. Spain is different, Spain es desigual…