Después de la reciente inyección de capital público en Spanair, 20 millones de euros, por parte de la Generalitat, a través de las empresas Cimalsa y Avançsa, la polémica está servida. Algunos competidores, sobre todo compañías de low cost, han decidido reclamar de a la Comisión Europea que intervenga para frenar este tipo de ayudas públicas que distorsionan el mercado. Sin embargo el presidente de Spanair, Ferran Soriano, ha declarado que en ningún caso son ayudas sino “inversión de capital” explicando que existen aerolíneas públicas, como la portuguesa TAB, que también utiliza ese modelo y que mantiene una deuda con su Estado de 1.200 millones. Abundando en la explicación ha recordado que en su día el Estado español aportó a Iberia, cuando era pública, 624 millones entre 1996 y 1999. “Ahora Ibera está en una fase más avanzada, ya privatizada”. Soriano cree que a partir de 2012 Spanair puede entrar en esa fase y o bien salir a Bolsa o dar entrada a mas socios privados, previsiblemente industriales, apuntando la posibilidad que Luthansa sea uno de ellos.
Las necesidades de capital de la aerolínea catalana han sido constantes desde la compra a SAS del 80%. La misión de Spanair de convertir al aeropuerto de El Prat en un hub de vuelos intercontinentales, demanda aportaciones regulares de capital para cubrir las pérdidas de la aerolínea. Hasta la fecha se han invertido 170 millones y la previsión es que en los dos próximos años se deba ampliar el capital en 150 millones más.
A día de hoy la Generalitat ostenta el 26,7% aunque si contamos la participación indirecta, a través de Turismo de Barcelona y Fira de Barcelona, la inversión pública supera el 43%. Si le añadimos el porcentaje de la empresa de capital riesgo Catalana de Iniciatives, donde el sector público controla el 33%, la cifra total en Spanair ronda el 65%.
La participación privada se concreta en torno a una serie de empresarios privados, cercano al lobby empresarial FemCat de carácter nacionalista, y la aerolínea sueca SAS. Ambos han visto como su participación inicial se ha ido reduciendo en los dos últimos años como consecuencia de las pérdidas y de la entrada de nuevo capital público.
Tras la última ampliación la participación accionarial de Spanair se reparte entre Catalana d'Iniciatives, 10,7%; Volcat 2009, 20,8%; Turismo de Barcelona, 13,4%; Fira de Barcelona, 13,4%; Avançsa, 8,9%; Cimalsa, 17,8%; la aerolínea escandinava SAS, 11,9%, y el 3,1% restante es autocartera.