Spandau ballet

Publicado el 20 octubre 2016 por Perendengon

Hola Graminoleños.

A principios de los 80 surgió un movimiento musical denominado “New Romantics”, procedente de la emergente “New Wave” británica, del cual uno de los grupos pioneros, sino el gran artífice de su aparición, es el que nos ocupa en el día de hoy. Desde Inglatera llegan a “La Graminola” los Spandau Ballet.

El grupo sería creado en el año 1979 por los hermanos Gary y Martin Kemp que muy pronto reclutarían a John Keeble, Steve Norman y al vocalista Tony Hadley, poseedor de una de las voces más poderosas y reconocidas del panorama músical de los años 80.

El nombre del grupo inicialmente sería el de “The Makers”, pero tras visitar Berlín y contemplar la magnitud de la cárcel de Spandau, donde fueron recluidos los líderes nazis juzgados en el Proceso de Nuremberg, decidieron adoptar su definitivo nombre.

En sus primeros años se convirtieron en habituales del londinense “Club Blitz”, cuna del movimiento “New Romantics”, llamando muy pronto la atención de críticos y público, por lo que en el año 1981 publicarían su primer disco, titulado “Journeys Of Glory”.

Como anticipo de este disco, unos meses antes de su aparición en el mercado, se publicaría el single “To Cut A Long Story Short”, convirtiéndose además de su carta de presentación en un éxito de inmediato y una de las canciones del año en Inglaterra.

El disco fue acogido con muy buenas críticas y sus ventas fueron más que aceptables, considerándose como un trabajo fresco y vanguardista, destacando entre las canciones del mismo el que sería el segundo single en publicarse “The Freeze”.

El movimiento “New Romantic” estaba recién “nacido”, por así decirlo y la irrupción en el panorama musical de Spandau Ballet supondría su impulso definitivo. El grupo mostraba la imagen vanguardista con vestimentas llamativas, mangas anchas y maquillaje en la cara, algo que hasta ese instante estaba muy mal visto. Podía decirse que los Spandau estaban empezando a marcar tendencia.

Además, llamaría mucho la atención la voz de Tony Hadley. Su potencia vocalista contrastaba con la del resto de los cantantes pop de la época, lo que le daba todavía más personalidad al grupo, como podemos apreciar en el videoclip de la canción “Musclebound”.

Sin bajarse de la ola de su primer disco, tan solamente un año después, en 1982, llegaría su segundo trabajo, titulado “Diamond”, en el que seguirían con el mismo estilo y repetirían estrategia, publicando el single de presentación unos meses antes del álbum. La jugada volvería a salirles bastante bien.

Como sucediera con su anterior disco, el anticipo del sencillo “Chant Number 1 (I Don’t Need This Presure On)” serviría para poner en órbita al álbum al completo y se convertiría en la primera canción del grupo en alcanzar los primeros puestos de las listas de éxito y afianzarse no solamente en el Reino Unido sino en toda Europa y empezar a abrirse camino en el mercado norteamericano.

El equilibrio que mantenían todos los miembros del grupo hacía que ninguno de ellos ejerciera un liderazgo sobre todos los demás, pero como suele suceder en estos casos, cuando de un grupo se trata, es inevitable que el vocalista sea el que acapare la mayoría de los elogios. De esta manera, la personalidad, la presencia y la voz de Tony Hadley le irían convirtiendo en la imagen de Spandau Ballet.

Y es que ese tono casi operístico que Hadley le daba a las canciones de Spandau Ballet se fue convirtiendo con el tiempo en una de sus cartas de presentación, no hay más que escuchera este “She Loved Like Diamond”.

Con sólo dos discos publicados, Spandau Ballet se habían convertido en la auténtica referencia de los “New Romantics”, senda que estaban siguiendo grupos como Duran Duran o ABC entre otros, pero ellos eran los jefes. El sonido de sintentizadores, baterías eléctricas y su imagen demostraban bien a las claras quienes eran los que llevaban la voz cantante, aunque todo iba a cambiar inesperadamente a partir del siguiente disco.

Sin que nadie se percatara en aquel momento, en el disco se incluía una canción, que sería publicada como sencillo y obtendría bastante buenos resultados, en la que por primera vez podía oirse el sonido de una sección de metal. Algo que en un principio se consideró como una simple curiosidad pasaría a convertirse en un anuncio de lo que estaba por venir. El título de esta canción: “Instinction”.

No habría que esperar mucho para poder saborear su siguiente disco y asistir a una evolución que les llevaría de lleno al estrellato. Sería en el año 1983 cuando aparecería en el mercado el que pasa por ser su mejor disco, el más exitoso, con el que batieron todos los records de ventas y en el que se incluyen sus canciones más emblemáticas. Por supuesto me estoy refiriendo a “True”.

Lo cierto es que con este disco, Spandau Ballet iría dejando atrás su época de “New Romantics” para dar paso a una música más pop, con influencias varias, entre las que se encuentran incluso el jazz y el soul. La voz de Hadley daba para ello y con este cambio lograrían un auténtico número uno a nivel mundial y el reconocimiento como el gran grupo que eran.

Además, parecía que lo tenían todo programado. Para que el impactono fuera demasiado fuerte, el primer sencillo de este disco tendría todavía ese sonido habitual del grupo y ese estilo de siempre. Nadie podía sospechar que tras “Communication” iban a llegar los cambios, aunque podíamos decir que benditos cambios.

Atrás empezaban a quedar algunas de las señas de identidad de la banda. El maquillaje desaparecía de sus rostros y su vestimenta pasaba a ser más elegante. Algo estaba cambiando también en su música donde los teclados ahora los ocupaban los pianos e instrumentos hasta ahora nada utilizados empezaban a aparecer en escena.

El giro hacia el pop era más que evidente. Siempre que un grupo introduce algún cambio en su manera de hacer música corre el riesgo de fracasar, ya hemos visto en “La Graminola” algunos ejemplos, pero en el caso de Spandau Ballet no sería así. Si hay una época que puede considerarse dorada para el pop internacional esa es la década de los 80, por lo que su irrupción en ese estilo sería bienvenida y un auténtico éxito.

Ese giro hacia la música pop se pondría todavía más en evidencia con otro de los sencillos del disco, concretamente con el titulado “Lifeline”.

En el videoclip que acabamos de ver podemos comprobar como uno de los miembros del grupo aparece tocando el saxo. Esa es una de las peculiaridades más marcadas de su nueva etapa. Se trata de Steve Norman, segundo guitarrista en los dos primeros discos de Spandau Ballet, que a partir de ese momento tendría que reciclarse pasando a tocar ese instrumento. No cabe duda de que la profesionalidad de los componentes de la banda era bastante grande.

Pero lo mejor estaba por venir. Curiosamente, la banda que podía considerarse auténtica pionera del estilo “New Romantic”, en apenas tres años iba a abandonar ese estilo. Cierto es que después lo irían haciendo otras, pero con el paso de los años y evolucionando según evolucionaba la música en el tiempo, pero Spandau Ballet se reciclaría muy pronto y lo haría para triunfar a lo grande.

La canción que daba nombre al disco, “True”, iba a convertirse en un número uno absoluto a nivel mundial. Se trata de una balada de esas que con el paso de los años se ha convertido en una de las canciones románticas más clásicas, de las que siempre tienen cabida en momentos muy concretos. La elegancia a la hora de interpretarla y la calidad de este tema la han convertido en historia de la música de los años 80.

Pero además, “True” contiene entre sus canciones una auténtica joya. Una canción que posiblemente sea la mejor de la toda la trayectoria de Spandau Ballet. Un tema en el que la voz de Hadley brilla en su máximo esplendor, que empieza con un tono muy suave en el que esa voz lo llena todo, para dar paso a continuación a un ritmo elegante y espectacular. Estoy hablando de “Gold”, un título que la define a la perfección.

En esta ocasión, me váis a permitir que os ponga dos versiones de este espectacular tema. Para empezar, vamos con la versión original, la que se incluía en el disco.

La versión original en sí ya es muy buena, pero la que os voy a poner a continuación roza la perfección. En la década de los 80 era muy habitual sacar versiones “maxi” de los sencillos que salían al mercado. Eran versiones remezcladas, de mayor duración y realizadas casi siempre para llenar las pistas de baile. Pues bien, la versión “maxi” de “Gold” es una maravilla.

El comienzo llega con unos arreglos orquestales fantásticos, que dan paso a una entrada a mayor ritmo y al vozarrón de Hadley . Merece la pena escucharla.

Tras el tremendo éxito de “True” no podía hacerse esperar demasiado la publicación de su siguiente disco. Así que un año después, en 1984, llegaría su nuevo trabajo, continuista tanto musical como económicamente hablando, aunque su calidad, siendo muy buena, estaba un poco por debajo de la de su antecesor. Me estoy refirendo a “Parade”.

Si con “True” la evolución hacia el pop era palpable, con “Parade” se haría definitiva. Lejos quedaban pues sus momentos vanguardistas para convertirse en uno más de los grupos que hacía música fácil que gustaba a una gran parte de los aficionados a la música de la década de los 80. Bueno, uno más realmente no, ya que su calidad contrastada les convertía en una de las bandas más destacadas del momento.

En esta ocasión no habría singles de esos considerados “históricos”, pero si buena música, como por ejemplo el primer sencillo que aparecería en el mercado: “Only When You Leave”.

“Parade” no ofrecía ninguna sorpresa. A estas alturas de la historia, todo el mundo sabía lo que Spandau Ballet podía y quería ofrecer, así que comprar uno de sus discos era apostar sobre seguro. No iban a defraudar y simplemente iban a ofrecer buena música y canciones muy sencillas.

Porque sencillo era, sin ningún lugar a dudas, “Highly Strung”, otro de los temas destacados del disco.

Desde el cambio de estilo, Spandau Ballet acostumbraron a su público a incluir varias baladas en sus discos y publicar al menos un par de ellas como sencillos. Esto les ocasionaria algunas críticas en el sentido de que se habían vuelto demasiado blandos, y aún no faltándole algo de razón a los que así opinaban, lo cierto es que esas canciones más románticas solían funcionar bastante bien.

Por supuesto en Parade no podía faltar esas baladas, entre las que destaca este “Round And Round”.

Cierto es que en algunas ocasiones se les iba un poco la mano a la hora de “dulcificarse” y de lograr grandes temas más lentos de lo acostumbrado. Volver a crear un tema como “True” era labor prácticamente imposible, pero buscando acercarse a esta canción en algún momento lo que “fabricaban” eran engendros difíciles de calificar.

Las influencias del jazz se dejaron ver ya en su anterior trabajo, pero de ahí a componer un tema que no se sabe muy bien si era suyo o compuesto para lucimiento de Sade hay un buen trecho. Para que veáis que no exagero decidme como calificar este “I’ll Fly For You”.

Habría que esperar hasta el año 1986 para poder disfrutar un nuevo disco de Spandau Ballet. Sería ese el momento en el que saldría al mercado un disco continuista con su estilo, que también triunfaría, aunque en menor medida que los dos anteriores, y que vendría con dedicatoria especial. Su título: “Through The Barricades”.

Por primera vez en su carrera, Spandau Ballet iban a componer una canción con una letra comprometida que trataba un tema de actualidad y bastante peliagudo, como tributo a un amigo fallecido en un eterno y famoso conflicto político que asolaba Irlanda por aquella época. La canción en concreto es la que da título al disco, “Through The Barricades”.

Este tema está dedicado a un amigo suyo, llamado Thomas Riley, que fallecería en un enfrentamiento de los muchos que se producián en el Ulster. Se trata de una preciosa balada que narra el amor casi imposible de una chica católica y un chico protestante que tienen que atravesar las barricadas para poder verse. Todo muy romántico, como podéis apreciar.

No sería ésta la única canción que trataría un tema delicado incluída en este disco. Daba la impresión de que dentro de esa imagen de chicos buenos que habían ido adoptando en los últimos años buscaban también que se hablara de ellos como un grupo comprometido por causas sociales y similares. Solamente digo que daba la impresión, que conste.

Nuevamente sería una balada la que se encargaría, en este caso, de criticar las mentiras habituales de los políticos. Su título: “How Many Lies”.

No solamente había baladas en este disco, también había algunos temas con el sello pop de los últimos tiempos. Además, el protagonismo que había cobrado Steve Norman desde que dejo aparcada su guitarra para tocar el saxo se hacía cada vez más evidente.

Ese protagonismo puede comprobarse claramente en otra de las canciones destacadas de este disco, titulada “Fight For Ourselves”, que a la larga iba a convertirse en el último éxito de Spandau Ballet, porque a partir de ahí llegaría la cáida. Pero eso os lo cuento después del vídeo.

La década de los 80 llegaba a su fin y se acercaba a gran velocidad la de los 90, y en el mundillo musical se notaba un cambio bastante notable a la hora de hacer música, así que los chicos de Spandau Ballet debieron pensar que era el momento de volver a darle un giro a su manera de componer sus canciones y de volver a introducir algunos cambios a su estilo. Lamentablemente, la jugada no pudo salirles peor.

De esta manera, en el año 1989 aparecería en el mercado “Heart Like A Sky”, un disco que pasa por ser el peor trabajo de su carrera, con muy pocas ventas y sin la menor trascendencia.

La música que contiene el disco darío un giro hacia el funky, convirtiéndose en un auténtico fracaso. Ni tan siquiera en su propio país tuvo la menor repercusión y en Estados Unidos ni saldría a la venta. Era la primera vez que Spandau Ballet se la pegaba y lo cierto es que no sabrían encajarlo.

La única canción que tendría algo de resonancia y que se haría conocida en Europa sería “Be Free With Your Love”, aunque alejadísima de éxitos precedentes.

Tras este fracaso no hubo más. Daba la impresión de que estaban un poco cansados de estar juntos y de hacer música que a las primeras de cambio en las que vinieron mal dadas decidieron arrojar la toalla. No hubo otro intento, no hubo un nuevo reciblaje, simplemente se acabó. Spandau Ballet ya eran historia, ya eran pasado.

Pasarían los años sin tener noticias de ellos hasta que en el año 2009, nada más y nada menos que veinte años después de su separación, se publicaría un recopilatorio titulado “Once More” que no solamente lograría bastante éxito de ventas sino que volvería a ponerles en órbita.

El disco contenía dos temas inéditos, dos baladas no demasiado destacadas, tituladas “Love Is All” y “Once More”, que no tendrían demasiada repercusión. Si acaso, la que da nombre al disco es más “escuchable” con unas interesantes guitarras acústicas. Aviso a navegantes, los años y los kilos no pasan en balde como podréis comprobar en el siguiente videoclip.

Con la publicación de este disco aparcarían sus diferencias y atras quedarían esas pequeñas rencillas que mantuvieron tras separarse por los derechos del nombre del grupo. Éste pertenecía a los hermanos Kemp y no permitieron al resto del grupo que lo utilizaran, por lo que durante algunos años en los que intentaron mantener algo de actividad se hacían llamar “Hadley, Keeble & Norman, Ex-Spandau Ballet”. Menos mal que no publicaron ningún disco con ese nombre porque no cabría en la portada fijo.

Lo cierto es que tras la publicación de este disco saldrían todos juntos de gira y se especuló con la posibilidad de que volvieran a trabajar juntos y a publicar discos con material nuevo, algo que finalmente no sucedería, teniendo que conformarse los que anhelaban ese regreso con un nuevo recopilatorio, publicado en el año 2014 bajo el título de “The Story: The Very Best Of Spandau Ballet”, bajo la producción del mítico Trevorn Horn que ya realizara estas tareas con los dos primeros discos del grupo.

Y esto es lo último que hemos sabido de los chicos de Spandau Ballet, un grupo que fue muy grande en la década de los 80 pero que poco a poco fue diluyéndose hasta arrojar la toalla con su primer y único disco que fracaso entre el público. Como despedida, quedémonos con la que es hasta ahora la última canción inédita que aparecería en “The Story”, la titulada “This Is The Love”, más de lo mismo, más de lo realizado en su último trabajo.

Hasta la próxima Graminoleños

JUAN JOSÉ GOMARIZ