El Campeonato Mundial de Jardinería (GWC) se celebra en Nagasaki cada año gracias al patrocinio de alto nivel que provee el anfitrión y patrocinador de Huis Ten Bosch, el Sr. Hideo Sawada, uno de los hombres de negocios más conocidos de Japón (y el creador del primer hotel del mundo atendido por robots). El evento GWC ofrece una oportunidad única para diseñadores de jardines de todo el mundo para poner a prueba conceptos innovadores de diseño y de ampliar los límites del concepto de jardín.
En 2015 celebró su sexta edición bajo el lema "Mi País, Mi Cultura", centrándose en la representación de los valores culturales de la jardinería vernácula de cada país. La categoría reina fue “Residential Gardens”, donde se presentaron 40 jardines representando a 30 países de todos los continentes previamente seleccionados mediante un competitivo proceso. Las propuestas elegidas recibieron el apoyo de un equipo local para implementar sus diseños en cada detalle, desde el diseño hasta la inauguración. La propuesta vencedora fue la de Konstantina Stara, una paisajista e ingeniera agrónoma griega que presentó una escena de isla griega denominada “Παρέα” (Parea), o la “compañía de los amigos”. Esta propuesta no dudó en utilizar una traducción literal del espacio privado de un patio o terraza griega, hasta el punto de acercarse al tópico, pero ejecutado sin estridencia.
“Παρέα”, de Konstantina Stara
Aunque se presentaron diseños más sofisticados y elegantes, es importante reseñar que los jurados del GWC parecen favorecer las referencias culturales literales de los países de procedencia de las propuestas. Esta actitud surge del respeto japonés por lo genuino y por el prestigio de la “copia”: en la cultura japonesa, el objetivo del alumno es copiar con exactitud al maestro, hasta que su dominio del arte es tal que no se puede diferenciar del mismo, y entonces puede comenzar a crear su propio estilo.España estuvo representada una vez más por Gabino Carballo, paisajista basado en Barcelona que ya obtuvo una Medalla de Plata en 2012, y que en esta edición presentó una propuesta llamada “Spanish Summer Garden”, por el que recibió un galardón a la Sostenibilidad. El concepto se inspiró en la jardinería improvisada en aceras, patios y terrazas de bar de la geografía española, especialmente en las terrazas del veraneo español, donde el propietario está ausente demasiado a menudo, o no hay mucho espacio ni medios para hacer gran cosa... El concepto explora la idea de un jardín creado gradualmente, por acreción de materiales y plantas, algunos reciclados o recuperados, acumulados con tiempo hasta crear un espacio informal, apto para sobrevivir un verano mediterráneo en un área turística, utilizando macetas y jardineras para proteger al usuario de la agitación estacional.
El jardín representa un espacio privado e íntimo, pero simultáneamente abierto al paisaje soleado, la brisa de la tarde, y a las visitas. Un trasunto de patio mediterráneo, adaptado a una sociedad más abierta, expuesta a una mayor socialización y estímulo exterior.
La estructura de madera sugiere una estructura inacabada, o tal vez una casita de verano abandonada, parcialmente preparada para ofrecer un poco de sombra y protección. Refleja una situación un tanto improvisada, prácticamente sin utilizar en los meses de invierno, para ser recuperada cuando el tiempo mejora. Utilización de elementos decorativos recuperados, ollas viejas, tarros de vidrio, cajas de galletas metálicas que precisan plantas encontradas en la calle, y en medio, la sempiterna tumbona del tipo utilizado en las playas y piscinas de verano españolas (Nota: una petición de la organización, la idea original era una hamaca pero ese elemento ya aparecía en la propuesta mexicana).
La plantación sugiere un enfoque informal en el cultivo en un lugar donde escasea el agua y donde el jardinero esta siempre de vacaciones. De hecho, la mayoría de las plantas se sitúan detrás de la estructura de madera, ocultas al visitante ocasional: su posición prácticamente niega al jardín su condición como tal, apuntando a la difícil relación entre la cultura popular española y el jardín, un espacio que nuestra sociedad tiende a descuidar y suprimir, o a glorificar en la figura del patio.
El “Spanish Summer Garden” es ante todo, un lugar para estar y dejar que la deriva de tiempo actúe sin dejar de ser consciente del momento en sí, sin pretender nada, sin aclarar ni el lugar ni la condición, ni exponer nada más que su naturaleza provisional e inacabada.
Según The Field, el blog profesional de ASLA (American Association of Landscape Architects), el GWC es hoy en día uno de los más prestigiosos espectáculos de jardinería del mundo.
Más allá de ser una exhibición de jardines efímeros, la muestra es también una plataforma donde los profesionales de la industria y los contratistas de jardín se reúnen para forjar alianzas y atender a las necesidades de la clientela japonesa. Maestros del jardín japonés y artistas también se aprovechan de esta oportunidad para dar a conocer y comercializar su artesanía meticulosa y su especial sensibilidad en la escena mundial.
Es de elogiar el oficio de los contratistas japoneses en general, y de los hermanos Nakamura en particular, que han recibido elogios de todos los diseñadores por su ética de trabajo incansable, un alto nivel constructivo, y la atención al detalle. También han recibido numerosos elogios los organizadores del evento, el equipo de gestión de Gardenia Inc: Brian Snow, Hitomi Urabe, y especialmente Yuko Tanabe Nagamura, responsable de Conservación de Huis-ten-Bosch, que ya preparan la próxima edición de este interesante certamen.