Un relato iniciático sobre un adolescente de 16 años, Ari, quien, tras haber estado viviendo con su madre en Reikiavik, es enviado de vuelta a la remota región de los fiordos occidentales para vivir con su padre Gunnar. Allí tendrá que lidiar con una difícil relación con su padre y encuentra cambiados a sus amigos de la infancia. En ese ambiente desesperanzador, Ari tiene que esforzarse para encontrar su camino.
- ESTRENO 9 DE SEPTIEMBRE-
Sparrows es de esas películas que es capaz de dejarte sin palabras, dándole vueltas una y otra vez a lo que acabas de ver. De una belleza abrumadora, los paisajes se unen a la historia como si fuesen solo uno, y Ari, el protagonista, hace que la fotografía que vemos en Sparrows cobre vida y sentido para él. Cuando te sientas perdido, nada mejor que encontrarte a ti mismo en un lugar pequeño, en un sitio donde sientes que no puedes ser feliz, pero que seas capaz de agarrarte a pequeñas cosas.
Esta película no solo nos muestra la relación de un chico de 16 años con su padre al que lleva años sin ver, y sin hablar con él. A su vez es capaz de que como espectador nos interese conocer a este pueblo tan pequeño, pero tan singular. Puede parecer un relato costumbrista, a veces puede dar esa sensación, pero en esta película hay que saber leer o ver las cosas entrelineas, para que todo luego tome significado.
Sparrows, es una película silenciosa, pero en donde el silencio también, es esencial para estar atentos a esos detalles que os decía arriba. También es verdad, que en un sitio donde ocurre la trama, poner música sería absurdo. Ari, en esta nueva vida no solo vive un silencio casi sepulcral, sino que a veces no sabes lo que piensa, en cambio en otras ocasiones cuando grita y expresa lo que piensa lo hace de forma muy tajante y asombra lo maduro que es, pero lo inseguro que se siente.
Creo que Ari, se siente como un ave enjaulada, que necesita salir de su jaula, de su escondite para vivir, para ser feliz, necesita cambiar y de ser un canario, ser un gorrión. Sparrows, no os dejará indiferentes, a mí, personalmente hace mucho tiempo, que no salía de una película sin saber que decir, y con mil cosas en la mente. Gran merecido el premio que le dieron en el Festival de cine de San Sebastián, el año pasado.