Spawn:

Publicado el 11 junio 2010 por Victorhugo

Este es uno de mis cómics favoritos de todos los tiempos. Lo estuve siguiendo desde hace bastante tiempo y con muchas ganas -todas sus series paralelas, especiales,...- pero ya ha llovido desde que lo dejé de lado debido a problemas, retrasos y rollos de las editoriales, que a un desinterés por mi parte, que hicieron que acabara desconectándome del hilo de la serie...
Lo que primero que me atrajo de Spawn era su dibujo: en un principio realizado por su creador y guionista Todd McFarlane, y más tarde por Gregg Capullo y en especial el trabajo que llevó a cabo Liam Sharp -uno de mis dibujantes favoritos- en la minihistoria del Spawn Medieval. En general se trataba de un dibujo muy cargado y oscuro a veces, con unos trazos muy marcados... Para mí, distinto al resto de cómics comerciales que salían de la factoría Marvel o DC.
En este cómic una de las principales temáticas es la posibilidad en los hombres de hacer el bien y el mal, la voluntad y libertad que el hombre tiene en escoger entre los dos caminos, así como sus consecuencias. Además introducía un plano interesante: la lucha -una especie de Guerra Fría- que Cielo e Infierno mantienen en la Tierra y que no nos va a venir nada bien...
El protagonista de todo esto es Spawn / Al Simmons, que mientras estaba vivo era el "típico soldado estadounidense perteneciente además a una agencia secreta", destacado por su habilidad a la hora de matar. Por ello, tras morir en una trampa organizada por su jefe -con lo eficiente que era...-, el Infierno se interesa por él debido a su potencial y engañado, a cambio de revertir su muerte y regresar al lado de su esposa -venta del alma al estilo Fausto-, es convertido en comandante de sus tropas para el inminente ataque al Reino del Cielo.
A partir de entonces, el cómic trata sobre el aprendizaje de Al de su nueva no vida como Spawn en la Tierra y muestra una visión nueva y distinta: la cara oculta de un cielo y un infierno que son dos partes de una misma moneda totalmente corrupta y con los mismos intereses, donde los hombres son sólo almas o peones disputados entre ambos bandos para ser sus soldados en el Juicio Final. Ante esta situación de luchas diplomáticas y no tan diplomáticas, Spawn finalmente decide buscar su libertad y salir del juego entre Dios y el Diablo o Malebolgia, convirtiéndose en un elemento intermedio y neutral que lógicamente entra en conflicto con los dos bandos, empezando el lío...
Así contada, la historia de Spawn es un poco rara, pero leída me pareció y parece distinta a lo que había por entonces: éste no era el típico superhéroe guaperas encantado de haberse conocido, si no un antihéroe achicharrado, con una confusión mental de las que hacen época y una depresión de caballo. Estigmatizado y maldito, siempre que intenta intervenir y solucionar cualquier problema humano, siempre acababa empeorándo y manchándolo todo con la maldad que le hacía ser lo que era -hay números realmente escalofriantes y tristes- Y como este, hay más aspectos que hacían de este Engendro algo especial.

Si algo hay que destacar de Todd McFarlane -el creador de nuestro protagonista- en el mundo del cómic americano, es su inteligencia y habilidad en el mundo empresarial, algo poco no muy común. Así, ha sabido aprovechar y explotar la imagen y marca de Spawn hasta límites insospechados: ha creado numerosas colecciones de tebeos interpretados por personajes secundarios de la serie madre, tales como Ángela, Violator,... destacando sobre todo la protagonizada por la pareja de detectives Sam y Twitch en una serie policíaca muy entretenida.
Además desarrolló una empresa de figuras de acción coleccionables -muñecos para entendernos- que en un principio abarcaba a personajes de Spawn y de la editorial Image, pero que después ensanchó sus miras al comprar los derechos de películas de acción como Terminator, Alien, Depredador... y tratando también el mundo del deporte con jugadores de la NBA entre otras competiciones, y la música con figuras como Kiss, ACDC, Janis, Hendrix, Elvis, Jerry García, y un largo etcétera.
Sin olvidarnos de su incursión en el mundo de la televisión a través de sus series de animación en la HBO, sus videojuegos,...
Para finalizar, otro valor y reconocimiento de Todd según mi parecer fue el de impulsar la aparición de películas basadas en personajes de cómic, y su estética en el cine -pues desde los Batman en los 90 no había aparecido nada-: no tengo las fechas con mucha certeza ni nada, pero creo que tras la película de Spawn -que no era una maravilla pero vendió lo suyo- se reinició la avalancha de películas de cine inspiradas en cómic con todas las de Marvel siguiendo el camino dejado y abierto por Todd. És algo que creía que había que comentar y destacar de Todd.
He leído por ahí que una 2ª parte de Spawn se está gestando, pero como lo llevo oyéndo desde hace tanto tiempo ya no sé que pensar... Lo que está claro es que yo la espero.
Venga, este pequeño repaso y homenaje a Spawn acabó. ¡Saludos!