Pues es el hijo de Venom (Veneno). Ni más ni menos. Bueno, hijo hijo… Digamos que cuando Eddie Brock (el huesped de Veneno original) consiguió volverse a unir con el simbionte negro, sin saberlo se dejó un trozo de el traje en su celda con la mala suerte de que la compartía con un psicópata asesino, Cletus Kasady. Y ya podeis imaginar la que se armó. Aún recuerdo la emoción de leer esa violenta saga (hace 20 años ya) en la que Matanza se une a unos cuantos dementes con superpoderes formando una peculiar familia (Grito, Demoduende, Carroña y Doppelganger, la imitación monstruosa de Spidey). Para detenerlos Spiderman tuvo que aliarse con su archienemigo Veneno y, junto a unos cuantos superhéroes más, finalmente pudieron detener a la familia feliz.
Tras esta gran presentación, me esperaba mucho más de este supervillano pero los guionistas no tenían pensados grandes planes para él. Otra pequeña saga contra la Araña Escarlata y finalmente, su supuesta muerte cuando El Vigía le partió en dos y le lanzó al espacio. Y no se supo más de él hasta ahora: El regreso de Matanza. Guionizado por Zeb Wells y dibujado por uno de mis favoritos: Claiton Crain. Es increible el trazo tan… realista que consigue darle a sus viñetas. Aunque puede que pierda un poco de “claridad” en algunos momentos del comic.
Bueno, la historia de este comic cuenta como la Empresa Halltech consigue traer al simbionte del espacio y empieza a crear tecnotrajes que se nutren del simbionte. Obviamente, todo se desmadra y el marrón les cae a Peter Parker y a Tony Stark (Spiderman e Iron Man), que deberán enfundarse sus mallas y armaduras para detener a Matanza desencadenado.
De vez en cuando me paso por la tienda de comics para ver si hay algo de interés a lo que echarle el guante y con sólo ver la portada ya me estaba sacando la… cartera para pagarlo. Una buena historia autoconclusiva (o puede que no) que vá de más a menos aunque te mantiene pegado al tomo.