después de todo ahí está siempre esa siniestra manía de hurgar en la memoria con objeto de rescatar algún remotísimo resto de cordura o de encanto personal o tal vez únicamente un aviso mínimo de filantropíapero acaba uno preñado de mala leche y andar así como encabronado no conduce a nada bueno o el encanto es un complot entre la líbido y el dow jones que contradice las más elementales reglas de la diplomacialos que acuden siempre son los viciosapuntes bastardos de una vida tirando a crápulaun cierto abandono en las formasnoches en duermevelatodas esas sólidas buenas intenciones que al levantarnos abrazamos como maná metafísico y que luego devienen tristeza o algo que no puede ser nombrado con esa vaga fonética cómplicea partir de aquí el día suministra su ración de atropellos
el autobús está lleno
las calles están llenas
el ascensor está llenoluego la mesa de la oficinael cajón windows 7la agenda metódica y el ruido sin dobleces del reloj muerto en la muñeca
se trata de ir vaciando la pereza en carpetas azules que van al armario de madera de pino de la habitación de la señora de la limpiezao se trata de ir escuchando todas las noches un disco nuevo de jazz y acostarte con la sensación de que algo hermoso se ha registrado en la memoriaal final del día queda uno amorosamente rendido y se ocupa del tic tac del estómago
esa procesionaria del rhythm and blues onomatopéyico
un corazón al descubiertoun diario que se abre y cuenta los secretos
racimo opulento de uvas o la boca carnosa de la muchacha carmesí
la muchacha del pan que en ratos libres lee a proustlee a kavafislee a rimbaudlee toda la carne ardiente de la belleza endecasílaba la muchacha mil novecientos ochenta y cinco a la que besaste en un bar y de la que no ya recuerdas nada salvo quizá la turgencia de los pechos en tus manos nuevasla boca rompiéndose en la bocael olor a tabaco en el paladar como una bendición apunta en una hoja de pedidos los versos más esplendorososla rima mayestáticalos nombres más íntimos de las cosas
tuvo un novio que la dejó a los quincepero ahora tiene un novio a los cuarenta que la espera en un coche de segunda mano o de tercera mala mano
para besarse después con melodías de europa fm
ella en el beso recordará pasajes de mannpasajes de balzactodos los pasajes líricos de la novela decimonónicapero el novio sólo aspira a una noche de sílabas tónicas, una visión a ras de epidermis de la harina obrera
el tiempo no acaba en un abrazo
el tiempo no acaba en un abrazo
lo supo ana karenina
lo supo madame bovary
lo supieron todas las heroínas de la decadente opulencia de los palacios con alfombras y cortinas historiadaslo dejo a riesgo de que se me olvidela memoria es la que escribeno yo