Hemos llegado al final de la tercera temporada de Pretty Little Liars y hemos desvelado uno de los misterios de la serie. Algo que se veía venir, pero tampoco nos resuelve mucho porque nos suscita otra serie de dudas que quedan pendientes y que es de imaginar que iremos resolviendo a lo largo de la cuarta temporada que ya está confirmada.
La chica del abrigo rojo descubre su identidad, aunque es cierto que sin quererlo. Hasta ahora había manejado el cotarro sin permitir que nadie supiera quién era. Mona lo reconoce: “estando en Radley firmé un pacto con el diablo” y es en parte la curiosidad de saber quien se esconde bajo la capucha el motivo que le hace seguir adelante con este macabro plan en el que parece hay más gente de la que se pensaba en un principio.
En A dangerous game nos confirman lo que prácticamente ya sabíamos: Alison está viva. Había tramado un plan para atrapar a sus amigas, pero debe ser que algo se tuerce porque lo que hace es salvarlas cuando se produce un fuego en el interior de la casa y eso hace que le vean la cara. Lo hacen Hannah, Mona y Spencer ante la incredulidad de Aria. Nos quedamos con la duda de saber si esa era su intención o es que alguien se le adelantó queriendo acabar con ellas en un fuego.
El propio accidente recuerda a Jena, alguien que curiosamente vuelve a Rosewood para relacionarse con dos personas que no imaginaríamos. Forma una especie de aquelarre junto a Melissa y Shana, la ex de la novia de Emily y que trabaja en una tienda de alquiler de disfraces. Las tres encajarían en el perfil de miembro del A Team, porque de todas hemos tenido nuestras dudas a lo largo de las tres temporadas.
El quinto miembro del A Team tampoco ha desaparecido como Mona hizo creer a Spencer. T0by estaba vivo y confirma lo que todos pensábamos. “Todo lo que he hecho ha sido para protegerte” a una Spencer luciendo el kit completo del A Team que además de sudadera con capucha y guantes de piel negro (que deben ser mágicos porque puedes usar un móvil táctil con ellos) acompaña el outfit con un marcado eyeliner negro que nos recuerda a Mona y también una manicura en negro.
A cambio ella le confiesa que para ganarse la confianza de Mona ha tenido que secuestrar al hijo de Ezra, algo que pronto descubre Hanna gracias a que se convierte en una niñera/investigadora con una selección de fotos en su móvil digna de la mejor base de datos de la comisaría de Rosewood. Y siguiendo con sus dotes peliculares finge ser la chica del abrigo rojo para descubrir si realmente Spencer se había pasado al lado oscuro o les era fiel.
Aunque lo hubiera hecho tampoco lo sabría porque Ali no se revela hasta el final y tan rápido lo hace desaparece sin dejar rastro en su avioneta dejándonos con la cabeza con más dudas que cuando llegó. ¿Cómo puede mantener ese nivel de vida estando muerta? ¿Cómo ha sabido engatusar a gente tan diferente a que la ayude sin siquiera decir quién es? ¿Cuál es el propósito de atormentar a sus amigas?
Y lo que a mi me inquieta más: ¿cómo puede ser que los sillones y el ordenador del coche de Wilden estén en perfecto estado después de haber sido sumergido en un lago varios días? Ya de paso que explique ¿cómo puede ser que si Hanna y Aria ya habían visto el vídeo no se dieran cuenta de que Melissa y Shana son las que auxilian al policía después de haber sido atropellado por Ashley?
Las respuestas a estas preguntas y alguna más (¿de quién es esa mano que surge de la tierra -esta imagen ya la vimos tiempo atras- y quién la ayuda? o ¿qué hay en el maletero del coche patrulla que las deja a todas con la boca abierta?) quedarán para la cuarta temporada de Pretty Little Liars. A partir del 11 de junio en ABC Family.