¿Veis esta foto? Es la felicidad en mi rostro y la resignación en el de Mr. Preppy. Pero así es la vida cuando estás con una calendar girl como yo, que disfruta de todas las festividades especiales del año.
Me encanta Halloween. Es el broche de oro para mi mes favorito del año, octubre. Para mí, lo bueno empieza en septiembre, cuando comienza el otoño, y acaba con la finalización de la Navidad. Es el momento en que yo vuelvo a la vida tras un verano de auténtica supervivencia.
Además, yo soy de hacerlo todo, y en Halloween toca tallar calabazas como manda la tradición. Aquí no suelen vender calabazas redondas (#sad), así que pedí un pack en La Casa de la Calabaza. Me lo pasé genial intentando hacer a Mochi (spoiler: sale mal) mientras veía La maldición de las brujas en Netflix. Si queréis un mini tutorial de cómo hacerlo, os recuerdo que os lo conté todo en este post.
¿Debería hacer un programa para Internet titulado 'Fun with Pumpkins'? Yo creo que sí.
Desde La Casa de la Calabaza me enviaron una calabaza gigante de unos 10 kg, 3 calabazas medianas y 5 mini calabazas muy cuquis. Así que sí, vamos a pasarnos el resto del año comiendo bizcocho de calabaza, tarta de calabaza, crema de calabaza... Y yo feliz, claro.
El outfit de las fotos no es gran cosa y no voy a linkear, pero en resumen os cuento que llevaba una camisa básica, un jersey trenzado burdeos, una americana de cuadros (esta, concretamente), unas botas over the knee (aquí os presento otro outfit con ellas), leggings, mi chaqueta Barbour y una bufanda. Sí, muchas capas, que es una de las mejores cosas del frío.
El campo en esta época es precioso. Para mí, la naturaleza alcanza su pico de belleza entre finales de octubre y principios de noviembre, justo antes de que los árboles se queden desnudos. No sabría decidir si es más bello un paraje otoñal que un paraje nevado, pero aquí nieva muy de vez en cuando y el otoño siempre llega, así que por eso digo que es mi estación favorita. Si nevase siempre la verdad es que me sería difícil elegir.
Sé que la gente relaciona los picnics con el verano o la primavera, pero a mí me encanta un buen picnic de otoño. Ya os lo había contado, pero me reitero. Por eso el día de las fotos nos llevamos una mantita y unas chuches de Halloween para pasar la tarde. Me alegro de que la pandemia no nos haya quitado esto.
Fotos hechas por Manuel Laya y Álex Lorrys