Las preguntas generan siempre diferentes tipos de interactividad. BMW apuesta, desde hace tiempo, por abrir mundo internos de sensaciones al receptor de sus campañas publicitarias.
Esta campaña es una invitación que abre el campo de juego individual de cada usuario, allí donde la marca no tiene poder, queda la sensación que ofrece. Aceptada esa pérdida de poder, de forma momentánea, en el imaginarun o mundo interno del receptor del mensaje, surge la identificación de esa sensación individual y única con la marca.