Sin embargo, algunas profesiones tienen una especial vocación de servicio: como la de enfermera o madre de familia. Este tipo de profesiones requieren no solo pericia técnica y experiencia, sino un compromiso y una dedicación que implica, a la entera persona: solicitan cariño, atención, ternura, generosidad.
De este segundo grupo, hoy quiero rendir un sentido homenaje a esas actividades de voluntariado que, muchas veces, pasan inadvertidas para casi todo el mundo. Actividades muy valiosas, vinculadas al carácter necesariamente solidario de la naturaleza humana. Quienes son destinatarios de esas atenciones, suelen sentirse en deuda, y pagan con afecto y gratitud una dedicación que no puede ganarse de ninguna otra forma. Desde luego, no con dinero.
Un brindis por todas ellas, con el deseo de que su ejemplo de servicio ilumine toda la sociedad y toda la realidad de nuestro trabajo diario.