Quería transmitirles un mensaje muy sencillo: aunque no lo parezca, una vez que publiques una foto, ya no la puedes controlar. No sabes quién la ve, quién se la descarga, qué uso hace de ella. Puede copiarla y distribuirla, puede compartirla con algunos comentarios impropios... Puede también deformarla, utilizarla como chantaje o como una forma de acoso sexual...
Cuando finalmente quieras quitarla, puede ser demasiado tarde. Esa idea, plasmada en esta metáfora, es ciertamente un mensaje que ayuda a reflexionar sobre el uso indiscriminado de las redes sociales. Un "diez" a la creatividad de la campaña.
(Por cierto, esta campaña y la de la semana pasada fueron plagiadas -inteligentemente plagiadas- en una campaña que lanzó meses después el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid. Os dejo el spot español a continuación del elaborado en EE.UU.)