Beber agua en botellas de plástico es un acto muy frecuente en el primer mundo, especialmente cuando se está fuera de casa. Squeasy lo sabe y por eso creó una marca de botellas plegables, reutilizables y personalizables fabricadas en Suiza que además de ser muy útiles están pensadas para preservar el medio ambiente.
Squeasy es una botella sostenible gracias a que puede ser reutilizada todas las veces que se quiera, a diferencia de las botellas de plástico que venden en los supermercados. Las botellas de Squeasy están fabricadas sin tóxicos como el Bisfenol A, así que no existe ningún riesgo por rellenarlas una y otra vez. De esta forma, se ahorra en el consumo de plásticos, que si no se reciclan correctamente, terminan contribuyendo gravemente a la contaminación del planeta.
En una época en la que los productos tienden cada vez más a ser de usar y tirar, Squeasy opta por alargar la vida de las botellas lo máximo posible.
Original y práctica
Otra característica que hace de Squeasy un producto único es su personalización. Da la posibilidad de elegir el color, el tipo de tapón e incluso ponerle una frase, un nombre o un dibujo. El tamaño de la botella desplegada contiene 700 ml, mientras que plegada es de 300 ml, aunque también se puede optar por las Squeasy Mini, con una capacidad que va de los 150 ml hasta los 300 ml.
Personalizar las botellas es algo que adoran los más pequeños de la casa. Además, poder poner su nombre es una ventaja para evitar que la pierdan en el cole o en sus excursiones.
También puede significar un hecho diferencial para muchas empresas que quieran reforzar su branding, por ejemplo regalando una botella con su logo a los empleados, a los colaboradores o a sus clientes. Marcas como HP, Volkswagen o Lacoste ya tienen sus Squeasy corporativas.