¿Callarse?
¿Exactamente por qué motivo deberíamos callarnos cuando estamos en desacuerdo con sus políticas? ¿En qué tipo de estados no se puede manifestar la discrepancia con el poder?
Se cree D. Mariano investido del absoluto poder, como en los tiempos del Conde Duque de Olivares.
Pues para él, estos versos que Quevedo le dedicó al valido de Felipe II hace casi 400 años. Y, la historia se repite, debería recordarlos:
No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.
No pertenezco al partido de la oposición; ni siquiera estoy de acuerdo con su gestión al frente del gobierno en los últimos años.
Pero no me quite mi derecho a no estar de acuerdo con usted y a manifestarlo; es lo único que me queda, porque los "tics" autoritarios que están empezando a manifestar su gobierno y su partido me preocupan. Y mucho. Tanto o más que la situación social del país, de la que ustedes, les guste o no, son corresponsables.