Surcando los mares de Youtube en busca de sonidos bonitos con los que camelarme a mi señora y deleitarme un poco las orejas me dí de bruces con un chico blanco así como fuertecito, con gafas y cara de bonachón que tenía pinta de haber recibido muchas collejas en el colegio y que cantaba como todos los negros del mundo. Probé una canción, otra y luego otra más. Bien bien. En estudio suena muy bien. Pero como estamos ya muy picardeaos y no nos fiamos ya ni de nuestro padre, pusimos en la barra del buscador la palabra maldita, la que viene a ser algo así como el frotis del CSI, el olfato de una madre y la prueba del algodón en el mundo de la música: live.Y ahí es que ahí estos mozalbetes de Alabama hasta se superan en esto del Soul Clásico. El miércoles 27 de julio de 2016, Paul Janeway y compañía hicieron volar por los aires el techo del Teatro Barceló de Madrid. La excusa de todo ese pifostio era presentar un segundo disco del que no conocía nada. ¡Y lo mejor de todo es que no hizo falta! Ya que puedo poner la mano en el pecho y decir que fue, es y será uno de los mejores conciertos a los que he tenido la suerte de asistir. Acompañado por mi Euterpe particular, temas como "Sugar Dyed", "Don´t Mean A Thing", "Like A Mighty River" y "Call Me" sonaron más vibrantes, enérgicos, sensuales, elegantes y encantadores que nunca.Pese a toda esta exaltación, también he de señalar que lo mejor de la banda está afortunadamente aún por llegar. Cuando St. Paul madure más (es joven y no cabe duda que lo hará) y relaje la raja un poco, el repertorio de la banda dejará de ser tan explosivo e histriónico para pasar a ser tan profundo y rico en matices como lo puede ser por ejemplo un buen vermucito a mediodía. ¿Ustedes que opinan?
St. Paul And The Broken Bones. El conocerles, el concierto, el todo:
Publicado el 30 septiembre 2016 por VictorhugoSurcando los mares de Youtube en busca de sonidos bonitos con los que camelarme a mi señora y deleitarme un poco las orejas me dí de bruces con un chico blanco así como fuertecito, con gafas y cara de bonachón que tenía pinta de haber recibido muchas collejas en el colegio y que cantaba como todos los negros del mundo. Probé una canción, otra y luego otra más. Bien bien. En estudio suena muy bien. Pero como estamos ya muy picardeaos y no nos fiamos ya ni de nuestro padre, pusimos en la barra del buscador la palabra maldita, la que viene a ser algo así como el frotis del CSI, el olfato de una madre y la prueba del algodón en el mundo de la música: live.Y ahí es que ahí estos mozalbetes de Alabama hasta se superan en esto del Soul Clásico. El miércoles 27 de julio de 2016, Paul Janeway y compañía hicieron volar por los aires el techo del Teatro Barceló de Madrid. La excusa de todo ese pifostio era presentar un segundo disco del que no conocía nada. ¡Y lo mejor de todo es que no hizo falta! Ya que puedo poner la mano en el pecho y decir que fue, es y será uno de los mejores conciertos a los que he tenido la suerte de asistir. Acompañado por mi Euterpe particular, temas como "Sugar Dyed", "Don´t Mean A Thing", "Like A Mighty River" y "Call Me" sonaron más vibrantes, enérgicos, sensuales, elegantes y encantadores que nunca.Pese a toda esta exaltación, también he de señalar que lo mejor de la banda está afortunadamente aún por llegar. Cuando St. Paul madure más (es joven y no cabe duda que lo hará) y relaje la raja un poco, el repertorio de la banda dejará de ser tan explosivo e histriónico para pasar a ser tan profundo y rico en matices como lo puede ser por ejemplo un buen vermucito a mediodía. ¿Ustedes que opinan?