Jim Mickle, director de Mulberry Street (2006), es uno de esos cineastas que se niega a admitir que un personaje tan icónico y recurrente dentro del género de terror quede reducido a un mero pagafantas, y por eso nos trae Stake Land (que se estrena el próximo 17 de junio...), una historia de vampiros que ya disfrutó el público del pasado Festival de Cine Fantástico de Sitges, y en la que estas criaturas de la noche son como deben ser: unos seres sedientos de sangre que suponen un peligro para la raza humana.
Jim Mickle, director de Mulberry Street (2006), es uno de esos cineastas que se niega a admitir que un personaje tan icónico y recurrente dentro del género de terror quede reducido a un mero pagafantas, y por eso nos trae Stake Land (que se estrena el próximo 17 de junio...), una historia de vampiros que ya disfrutó el público del pasado Festival de Cine Fantástico de Sitges, y en la que estas criaturas de la noche son como deben ser: unos seres sedientos de sangre que suponen un peligro para la raza humana.