UN FERIADO PARTICULAR
data: http://www.imdb.com/title/tt1277728/
Opera prima de Gianni Di Gregorio que luego de co-escribir “Gomorra”, se lanzó a contar una historia chiquita pero redonda. Un ejemplo de esas historias montadas sobre una anécdota argumental mínima, potenciada por muy buenas actuaciones. Tiene la virtud de durar exactamente lo necesario (75 minutos) para no estirar la trama en detrimento de la calidad.
En un reportaje en “La Nación” (http://www.lanacion.com.ar/1355215-otra-historia-minima), Di Gregorio contó como esta película nació de una vivencia personal. Él, como su homónimo protagonista, tuvo a su madre a cargo y fue un moroso en el pago de las expensas. Y también como él, el administrador de su edificio le propuso condonar la deuda a cambio de cuidar a la madre del administrador durante las vacaciones de Ferroagosto. Total, si ya estaba cuidando a una viejita, ¿qué problema iba a tener en cuidar a otra?
Gianni Di Gregorio rechazó el ofrecimiento pero se quedó pensando qué hubiera pasado de haber aceptado la oferta. Y así nació esta historia contada con ese tono tan particularmente italiano para la comedia, en la que el protagonista (que ya cargaba con su madre) debe aguantar, durante un fin de semana largo, no a una más, sino a otras tres viejitas.
Ferroagosto es una especie de Día de Acción de Gracias italiano, una festividad que se remonta al Emperador Augusto y que se enlaza con la festividad cristiana de Santa María, el 15 de agosto. Es el fin de semana largo y caluroso que los romanos suelen aprovechar para salir de viaje. Y en esa época propicia para la escapada turística surge la duda: ¿qué hacemos con la nona?
Gianni, copita de vino en mano, entra por un tubo y termina jugando el juego que quieren jugar las ancianas, manipuladoras como niños al pasar por todas las etapas, desde el enojo, el pataleo, el capricho, hasta la perfecta cooperación y entendimiento.
Hay en el final de “Un feriado particular”, un toque agridulce, el de las caritas tristes de las viejitas cuando saben que sus hijos vienen a buscarlas en medio del almuerzo de Ferroagosto. Hay, en esas miradas de niños a los que le sacaron el chupetín, el testimonio de tanta soledad, tanta indiferencia, tanto darse la cabeza contra la pared contra una sociedad que no sabe cuál es el lugar que le corresponde a los viejos.
El casting es imprescindible para la eficacia de esta muy amena comedias. Las cuatro viejitas se roban la película, muy bien secundadas por Gianni Di Gregorio. Un apunte aparte para las calles de una Roma vacía. La frase: “Yo hablo con Marcelo. Ahora, esta noche sí... algo liviano... un caldo”.
Anote: “Un feriado particular”. Una de esas comedias puras para reírse un rato. No es poco a esta altura del partido.