El arquitecto sueco Per-Olof Kippel, fascinado con ese especial medio de locomoción y sorprendido por cómo había sido posible encontrar ese tipo de bicicletas en pleno siglo XXI, decidió parar de leer en la página 196, y creó en 2013 Standard highwheels, una empresa que fabrica hoy en día las bicicletas decimonónicas.
Una bicicleta de rueda alta es de accionamiento directo, es decir, las bielas y los pedales se ponen directamente en el cuadro. El marco es un solo tubo que sigue la circunferencia de la rueda delantera y luego acaba en la rueda trasera. Todo es muy simple: hay pocas posibilidades de ajustar la posición de conducción que no sea la elección de una rueda delantera con el tamaño adecuado. Y cuanto más grande es la rueda delantera, más rápido se va.
Ése es el principio de funcionamiento de las bicicletas de rueda alta del que se enamoró Kippel, y por lo que quiso convertir esa afición en el negocio de su vida. Standard highwheels es por tanto una compañía, un proyecto y sobre todo una fantástica bicicleta para aquellos que no tienen miedo de salirse de lo común, ya que se les ofrece pasión, felicidad y quizá un punto de locura.
Las bicicletas de Standard highwheels se fabrican de una en una de manera prácticamente artesanal en una pequeña fábrica en Cheonan, Corea del Sur. Se fabrican al detalle teniendo en cuenta hasta el mínimo detalle en cada pieza alcanzando así la más alta calidad, y luego se montan y se prueban en la sede de la empresa en Tomelilla, en el sur de Suecia.
Todas las partes y componentes están diseñados y seleccionados cuidadosamente para realizar esta bicicleta como lo que es, una bicicleta maravillosa para pasear y una obra de arte para la vista. Las piezas diseñadas y manufacturadas especialmente para este artículo son la rueda completa de acero cromado, el cuadro de acero con recubrimiento en polvo, la horquilla de aluminio con recubrimiento de polvo y el elegante manillar, de acero inoxidable. Otras piezas seleccionadas entre las existentes en el mercado son la potencia, las bielas, los pedales, el sillín y el freno opcional. En conjunto una joya, una joya para usar.
Pero para usarla hay que despojarse de las ideas preconcebidas creadas al aprender a montar en una bicicleta normal: comenzar es un nuevo aprendizaje en el que encaramarse a la bicicleta de rueda alta es la clave para poder desenvolverse. ¿El truco? En una hora con Kippel y su equipo de Standard highwheels está completamente dominado para lanzarse a la aventura, empezar a mirar al resto por encima del hombro y disfrutar de la sensación combinada de diversión y arrojo: ¡no hay posibilidad de poner pie a tierra!