Nunca he sido fan de la saga Star Trek, pero después del gran entretenimiento en el que se convirtió el reinicio de la franquicia, mi intereses fue en aumento, y se ha visto recompensada la espera, por una continuación mucho más redonda. La película sigue las mismas pautas de diversión y espectacularidad, cosa que consigue con creces, pero a mayores, hay que añadir una clara evolución en los personajes, un guión mucho más elabora e intrincado, y sobretodo, a un Benedict Cumberbatch como el villano perfecto, con misterio, y una sensación de peligro constante solamente con un sonido de su imponente voz.
Mi Puntuación: 8.2