Digo esto, porque, aunque son universos muy distintos, siempre ha existido cierta rivalidad entre ambos. Quizás, esto se deba más a cuestiones entre el público trekkie y warsie, que no a sus creadores.
Una rivalidad que, bajo mi punto de vista, no hay que tomársela demasiado en serio. Creo que se puede disfrutar de ambos sin tener que menospreciar al ‘oponente’. En debates distendidos, la cosa es hasta divertida.
En 2009, la undécima película basada en la mítica serie televisiva, veía la luz en la gran pantalla, bajo el título de Star Trek. Los buenos resultados en la recaudación mundial -incluyendo el mercado doméstico-, duplicaron de largo las ganancias en base a su presupuesto de 150 millones de dólares.
De manera que, una segunda parte llegaba a las carteleras en 2013; Star Trek: En la oscuridad. Secuela, a la que, incluso, le fue mejor en la recaudación mundial, llegando casi a los 500 millones de recaudación con un presupuesto de 190 millones.
Abrams que ha estado bastante ocupado el año pasado con la dirección de Star Wars: El despertar de la fuerza, actúa como productor en esta tercera entrega y delega la dirección en Justin Lin, director de cuatro de las entregas de la franquicia Fast & Furious (3ª, 4ª, 5ª y 6ª entrega).
Ajeno totalmente al mundo trekkie, pues nunca me atrajo ni la serie, ni sus películas. Nunca he sabido valorar la fidelidad de esta nueva y moderna etapa iniciada por Abrams, al menos no más allá de lo estrictamente visual.
Sin causar una gran sensación en mí, las dos primeras me parecen entretenidas y visualmente bastante atractivas. Así que no había motivo para no ir a ver esta tercera entrega.
Lin nos presenta una película digna sucesora del trabajo de Abrams. Star Trek: Más allá deja bastante claro que el punto fuerte de esta ‘trilogía’, sigue siendo el elaborado diseño de producción; que pasa por una alta dedicación a los personajes principales, e incluso, secundarios. Sin olvidar los escenarios con un alto grado de estilismo y glamour, tanto en interiores como en exteriores.
Aunque la sinopsis es realmente extensa, la historia es la más simplista de las tres partes. En esta ocasión, el guión ha sido escrito por Simon Pegg, actor en Hot Fuzz (aquí titulada como Arma fatal, ’arrgggh’), junto a Doug Jung (Confidence), realmente parece sacado de una serie B. No lo comento como algo negativo, pero las cosas hay que llamarlas por su nombre.
El tramo final con un malo de postín como es Krall, con mucho botox en la cara, interpretado por Idris Elba (Pacific Rim) al que usan para dar por zanjada la simplista historia, servida de un mcguffin toda la película, un arma de destrucción masiva que hace avanzar su trama nada compleja. Pero al fin y al cabo, es funcional al propósito del film.
Los principales personajes, el Capitán James T. Kirk y Spock, siguen siendo representados por Chris Pine y Zachary Quinto que ya se conocen sobradamente sus roles, creando una química humorística muy natural entre ambos. Y el Doctor McCoy interpretado por Karl Urban (Dredd) tiene un par de secuencias junto a Spock, no diré brillantes, pero bien logradas cuando suben a una de las naves enemigas.
El resto de personajes secundarios, como Montgomery 'Scotty' Scott, La teniente Uhura, Sulu o Chekov, siguen interpretados por los mismos actores con la característica solvencia de las anteriores entregas; Simon Pegg (Shaun of the Dead), Zoe Saldana (Guardianes de la galaxia), John Cho (2 colgaos muy fumaos) y Anton Yelchin (Terminator: Salvation), éste último fallecido recientemente.
La presencia de lo digital está latente a lo largo de la película, pero donde más se nota es a ‘campo abierto’ en grandes panorámicas de las batallas en el espacio.
Michael Giacchino, compositor en las dos anteriores entregas, pone la nota de intensidad músical que destaca las escenas de acción, consiguiendo un punto extra de adrenalina en las intrínsecas escenas de acción de mucho octanaje, sobre todo, en el tramo final con la persiguiendo a Krall por toda la ciudad.
Una secuela que consigue un equilibrado conjunto de escenas de acción desarrolladas en tierra y en el espacio y que me ha gustado al mismo nivel de las anteriores, a pesar de contar con una historia y desarrollo mucho más simple.