En las interpretaciones, destaca Zachary Quinto como Spock, un personaje hierático y no muy fácil de llevar corporalmente, y que era el sueño de la vida de este actor. Chris Pine convence como Kirk, dinámico, rebelde, impulsivo, ligón, pero con ese fondo responsable y de buen corazón. Nos hace saber que en el fondo, el joven bala perdida se llegará a convertir en un excelente capitán. El papel femenino de Uhura recae sobre Zoe Saldana, que aunque no destaca con sobresaliente, nos presenta a una heroína de acción eficiente, valiente y completa, física e intelectualmente, y no a una mera pateadora de culos de malos en versión femenina y sexy. Un tanto escondidos estan Karl Urban como nuestro médico de a bordo, el doctor McCoy, si bien tiene algunas de las líneas más divertidas de la película, sobre todo en combinación con Kirk; y John Cho como Hikaru Sulu, piloto y timonel de la Enterprise que en su día interpretó George Takei. En el apartado técnico, por supuesto que abundan los efectos especiales. Pero están más al servicio de la historia que como mera herramienta para obnubilar e impresionar al espectador, excepto, claro esta, en los momentos climáticos, en que se deja a este respecto toda la carne en el asador. Tenemos hermosos planos de la Enterprise y de otras naves, batallas espectaculares y un bellísimo efecto de estela azul en el espacio cuando la nave salta a la velocidad de la luz o velocidad de curvatura, como aquí se llama. Destaco en este aspecto también la imagen en el que el planeta Vulcano colapsa, devorado sin remedio por el agujero negro creado por nuestro villano.
Entre las interpretaciones, brillan con luz propia Zachary Quinto y Benedict Cumberbacht, que nos ofrecen un duelo magistral a todos los niveles: interpretativo, intelectual y físico. Cumberbacht le aporta a su papel una fuerza y elegancia arrolladoras, y creo que, al haber dejado su trama abierta, sería un gran acierto volver a contar con él, aunque eso signifique que no haya más temporadas de Sherlock. En esta ocasión, creo que Chris Pine nos ofrece a un Kirk igualmente impulsivo y rebelde, pero algo más preocupado por su carrera y por la impresión que causa. Zoe Saldana bien como Uhura, mostrándonos ahora ciertos detalles de su complicada relación con Spock, y bien nuestros secundarios ya mencionados anteriormente. Y en lo técnico, de nuevo efectos especiales sobrios y al servicio de la historia, excepto cuando toca dar el buen festival e impresionar en momentos de importancia, o climáticos. Y por supuesto, seguimos contando con bonitos planos de la Enterprise, que ahora parte en una misión de cinco años a explorar allá donde nadie más ha estado, y con el hermoso efecto de estela azul que nos indica la velocidad de curvatura.
En definitiva, estamos ante dos estupendas películas de aventuras en el espacio, bien llevadas, con su justa dosis de efectos especiales, acción, drama y humor. Trepidantes y muy entretenidas, estas dos cintas cumplen de sobra el propósito de renovar esta franquicia con aire nuevo, de suponer un punto de unión entre quienes han sido trekkies desde siempre, y espectadores más jóvenes o que simplemente, no se habían acercado nunca a esta saga. No fallan como entretenimiento, pero también cuentan una historia con un guión solido y personajes bien construidos. Hay guiños clásicos, y propuestas nuevas, todo mezclado sin que por ello haya salido un bodrio de primera categoría, sino más bien, dos buenas cintas que dan muchas ganas de acercarse al mundo de Star Trekk, y que huelen a comienzo de una nueva y exitosa franquicia hasta que el cuerpo aguante. Esperemos que se mantenga la calidad mostrada hasta ahora, y que no decaiga, porque este nuevo comienzo merece y mucho la pena. Y para cerrar... intro clásica para todos.