Recomendada para todos los amantes de la ciencia-ficción y el fantástico y si te pilla siendo muy joven ¡Ojo! Porque es muy probable que quedes enganchado de ella para siempre.
Por su puesto, no sólo es importante desde un punto de vista subjetivo para legiones de fans que la disfrutamos siendo unos púberes, objetivamente cambió el cine de entretenimiento e inició una nueva época en la que fueron adquiriendo radical importancia para la industria los blockbusters, no sólo por el muchísimo dinero que dejaban en taquilla sino también porque para los grandes estudios eran una fuente de ingresos adicionales gracias a un sinfín de productos de marketing.
No fue un proyecto sencillo, la viabilidad económica que hoy se intuye de antemano para ciertos productos similares como las adaptaciones de cómics por los que los estudios apuestan fuerte porque van sobre seguro (gracias a la legión de fans y público en general dispuestos a pasar por caja), no estaba garantizada en 1977 para un título como éste. Si nos situamos en aquella época las grandes productoras no invertían demasiado dinero en productos de evasión y entretenimiento porque el público que asistía a los cines era mayoritariamente adulto y con otras inquietudes mucho más realistas y con otras pretensiones artísticas. No es de extrañar que el proyecto que George Lucas presentaba a los grandes estudios provocara muchas dudas.
Lucas, con apenas treinta años, había rodado la sorprendente recreación de un asfixiante mundo diatópico con “TXH-1138” en 1971 y la aplaudidísima recreación del mundo juvenil de la época que es “American Graffiti” (1973), así que ya con un cierto peso en la industria se lanzó a un proyecto personal que se inspiraba lejanamente en diversos cómics y entre ellos los de “Flash Gordon". Tras varias negativas recibió el visto bueno de Alan Ladd Jr. en la 20Th Century Fox no sin ciertos reparos (el productor siempre confió más en el director que en su proyecto). El problema de sacar adelante su idea era que su guión tenía un tono lúdico (algunos dirían “pueril”) de dudoso éxito, que la ciencia-ficción era un género por el que pocos estudios apostaban y que eran precisos efectos visuales que hasta entonces no se habían hecho.
Las dificultades en su concepción y las propias características de la época en que se filmó marcan decisivamente las características de esta gran obra. Lucas se dejó en ella todo su talento, tuvo que crear un estudio de efectos especiales (Industrial Light & Magic), tuvo mil problemas en el rodaje (la filmación en Túnez fue un pequeño infierno) y asumió la condición de “autor” y “artesano” (en definitiva era un proyecto personal imaginado que debía convertir en algo real) y por ello su película es la más trabajada y personal realmente de toda la saga. El mérito de su realización es extraordinario porque además para convencer a su estudio y a los espectadores fue minucioso hasta lo enfermizo, perfeccionista al máximo y dotó al conjunto de un tono lúdico, sí; pero también de una profundidad dramática muy necesaria para que una película, sea del género que sea, funcione y atrape al público.
Quizás por el enorme trabajo que puso en su película y por tratarse de un proyecto tan personal e independiente, Lucas quiso asegurarse para sí un par de cosas que el estudio no supo valorar bien, los derechos sobre las continuaciones de su historia y el merchandising ¡¡¡Jugada maestra!!! sabiendo lo que hoy sabemos y demostración palpable que no se confiaba mucho en la historia que quería rodar. Aunque como director hizo un extraordinario trabajo, está claro que su visión como productor era indudable.
La postproducción de la película, según cuentan las crónicas debió ser terrible por las dificultades con el montaje y los efectos especiales, tanto que Lucas tuvo que implicarse personalmente y acabó enfermando. Es otro dato que revela el alto grado de implicación del director en su proyecto y que le da mucho más valor a un acabado, que resultó siendo espectacular y seguramente producto de ese afán perfeccionista que mantuvo siempre Lucas.
Cuando llegó el momento del estreno en el verano de 1977 la rumorología en Hollywood no daba un duro por la película, así que George Lucas intentó ganarse al menos un sector de público lanzando una novela y asegurándose una adaptación en cómic con Marvel. Apenas cuarenta cines aceptaron en Estados Unidos la película, pero tras las filas y la acogida del estreno, las cifras empezaron a crecer exponencialmente y se convirtió en un monumental éxito mundial.
Recuerdo como si fuera ayer el impacto en toda la sala de cine del superdestructor avanzando infinito tras la nave rebelde con la música de John Williams sonando a todo trapo. Es uno de los comienzos cinematográficos más grandes que recuerdo, te zambulle de lleno en la trama de la película y es preámbulo de un asalto que aún me sigue fascinando.
Si algo fue George Lucas fue valiente, no sólo con el proyecto en general, sino con muchas de las decisiones que tomó. En el arranque de su historia los protagonistas son ¡¡¡¡Dos robots!!!! Como público, es con los primeros personajes con los que empatizas y realmente la saga arranca con ellos tratando de huir de las tropas imperiales. A partir de ese momento el argumento entra en una cadena de acontecimientos con un suspense constante que te empuja a querer saber más y más y con el peligro siempre persiguiendo a los personajes.
Narrativamente pienso que tanto ese suspense como la sensación de riesgo amenazador son dos grandes aciertos. En las primeras escenas la imponente presencia de Vader asaltando la nave de la princesa Leia y asfixiando a alguno de los rebeldes para sonsacarle información deja clara la amenaza que supone el Imperio; pero es que C3P0 y R2D2 en su huida llegan a un planeta no menos amenazador. Como espectador tu atención está irremediablemente captada con el irresistible deseo de ir avanzando en la trama y en todo momento Lucas se asegura que la escena siguiente sea si cabe más sobrecogedora que la anterior (toda la andadura de los dos robots por el desierto de Tatooine magníficamente acompañado por el soundtrack y la banda sonora de Williams siempre me han parecido subyugantes).
Esta primera entrega de la saga es magnífica narrativamente hablando. Posee un argumento fascinante, una narración poderosa repleta de incógnitas, los personajes tienen muchísimo tirón y magnetismo y hay un arco argumental cerrado pero que te deja la miel en los labios y el deseo de saber más porque quedan subtramas abiertas. Recuerdo allá por 1977 que eso de que en las letras iniciales arrancaran por el Capítulo IV y haber leído en alguna revista que el director pensaba hacer nueve películas (no sé si entonces pensaba en tantas, pero eso se decía), te hacía tener unas irresistibles ganas de conocer más datos de la historia.
Técnicamente me parece insuperable. Dudo mucho que se pudiera hacer algo mejor en aquellos tiempos. Invito a cualquiera a que investigue cómo se confeccionaron muchos de los efectos especiales de las naves con maquetas porque resulta fascinante y la verdad es que quedan incluso mejor que muchos efectos visuales por ordenador que se han hecho después (de hecho creo que es mejor la versión original que la extendida simplemente porque los efectos visuales que aporta la segunda cantan muchísimo más que los originales).
El montaje, a pesar de los quebraderos de cabeza que dio a Lucas, me parece fantástico e igualmente sobresaliente es el trabajo en todos los departamentos artísticos, aunque la banda sonora de John Williams es sencillamente insuperable. Estamos hablando de una película tras la que hay un trabajo descomunal y minucioso hasta el detalle que fue recompensado con 11 merecidísimas nominaciones a los óscars (mejor película, director, actor secundario, guión original, montaje, banda sonora, dirección artística, vestuario, sonido, efectos sonoros y efectos visuales) de las que ganó nada menos que 7 (todas las nominaciones técnicas). Aquel año la película ganadora fue “Annie Hall” pero la más popular fue sin duda “La guerra de las galaxias”.
En suma, una película para siempre que, al menos yo, no me cansaré de ver, y que lo es porque a parte del enorme trabajo que hay detrás de ella, su creador se dejó todo en cada escena y cada plano procurando que a parte de ser un entretenimiento fuera una historia con un transfondo dramático emocionante en todo momento.
MIS ESCENAS FAVORITAS
- Asalto inicial del superdestructor imperial a la nave rebelde. - Los dos robots separándose en el desierto de Tatooine para buscar ayuda. - C3P0 convenciendo al amo Luke de compre la unidad R2D2 - La conversación entre los tíos de Luke y éste con las miradas furtivas de la tía al tío: “Luke nunca será granjero Owen, el muchacho es igual que su padre” / “Eso es lo que me preocupa”. - Luke saliendo a la luz de las lunas ansiando un futuro como piloto espacial. - Luke acudiendo a la casa de sus tíos después del ataque de las tropas imperiales. - Vader dándole una lección a uno de los militares de la Estrella de la muerte: “Su carencia de fe resulta molesta” - Todo lo que acontece en la cantina galáctica de Mos Isley. - El rescate de la princesa Leia con la escena del vertedero de basuras (la química entre el cínico Han Solo y la resuelta Leia le da un enorme plus al argumento). - El enfrentamiento entre Vader y Obi Wan y la huida con el Halcón Milenario. - Toda la escena final del asalto de los X-Wing a la Estrella de la Muerte me parece excepcional y posee un crescendo interno grandioso.