Sin embargo, puedo decir que Star Wars: el despertar de la Fuerza supone el auténtico regreso al espíritu original de este universo tan especial. Y es que J.J. Abrams ha optado por ofrecer al espectador justo lo que quería. Obviando todos los errores de la trilogía de los 2000, Abrams consigue retomar muchos de los elementos que convirtieron a "Star Wars" en un clásico. La trama huye de engranajes complicados para facilitar la entrada a la película a la gente más joven que no vio la trilogía original en su momento. Los personajes clásicos también vuelven, evidentemente mucho más envejecidos, pero, lejos de ser una presencia testimonial, se convierten en una parte crucial de la historia. Y, lo más importante, los personajes nuevos tienen carisma y entidad propia, e incluso los secundarios ayudan a que todo sea un magnífico entretenimiento. Está claro que J.J. Abrams no quería que se repitiera el temido "efecto Jar Jar Binks".El ritmo de la película me parece sensacional, y una vez más se basa en las películas originales para repetir un esquema que ya entonces marcó un estilo y que casi 40 años después sigue funcionando como un reloj. Vale que el trasfondo está demasiado esquematizado y muy poco desarrollado, pero señores, esto es cine de evasión, no un documental político. Además, ya habrá tiempo en las sucesivas secuelas para ampliar este aspecto.
Técnicamente, pocos peros se pueden poner a una producción tan visualmente espectacular. La utilización de muchas maquetas y animatronics nos remiten a las películas antiguas, siendo el mayor logro esa vistosa mezcla de robot y balón de fútbol llamado BB-8 que se convierte en el robaplanos por excelencia de la película y que, aunque parezca un efecto digital, no lo es. Las localizaciones también tienen un encanto particular que se perdía totalmente en los abusivos cromas de la anterior trilogía. Paradójicamente, lo peor de los efectos especiales es todo aquello que está recreado digitalmente, comenzando por ese líder supremo que desentona totalmente con el resto de personajes. Inexplicablemente, están arreciando las críticas hacia el score de John Williams, críticas que no comparto en absoluto. En mi opinión, la partitura acompaña perfectamente a la acción en todo momento y es perfectamente reconocible como una obra de su legendario compositor. Cuando la música ha de ser divertida y funcional, lo es, y cuando se requiere un tono épico las notas se elevan para ofrecerlo.
Pero sí que hay un par de puntos negativos destacables. El principal lo encuentro en los villanos, y en particular en ese Kylo Ren que sólo funciona hasta que se quita el casco y vemos que detrás de él se esconde un pardillo con cara de bobotonto que produce justo el efecto contrario al que debería. Para mí, Adam Driver es un tremendo error de casting o, al menos, de caracterización. De la misma manera, el Líder Supremo, personaje enteramente creado por ordenador, no termina de funcionar ya que su diseño parece demasiado convencional. Creo que falta mucha entidad por ese lado. Por otra parte, el guión también regala alguna que otra sobrada con la que hemos de comulgar, aunque tratándose de una película de este tipo tampoco molesta en exceso.
Para los más veteranos, resulta emocionante volver a ver a los actores de la trilogía original interpretando nuevamente a los personajes que les dieron fama. Personalmente, no me esperaba que Harrison Ford tuviera tanto protagonismo, lo cual es una agradable sorpresa y toda una declaración de intenciones por parte del director. Ford y, en menor medida, Carrie Fisher están perfectos en sus papeles, pero tal vez sean los nuevos actores los que más brillan. La pareja Daisy Ridley-John Boyega supone un contrapunto perfecto para los actores más veteranos, consiguiendo aportar un brío y una frescura envidiables. No sólo consiguen crear unos personajes que son puro Star Wars, sino que nos dejan con muchas ganas de saber cómo evolucionarán en las películas posteriores. Tal vez Oscar Isaac quede un poco deslucido dado su poco protagonismo, aunque tiene pinta de que su presencia será importante en el futuro.
Bajo mi punto de vista, J.J. Abrams firma su mejor película y por fin consigue el punto justo entre homenajear a una saga desde el más puro cariño e interesar con una historia nueva que abre muchas posibilidades. Y sobre todo, creo que los niños de ahora por fin pueden disfrutar de algo similar a lo que vivimos nosotros con el nacimiento de la franquicia. Esta si que es una nueva esperanza para una nueva generación.
Mi nota: 8