En uno de los diálogos más recordados de Clerks (Kevin Smith, 1994), Randal Graves (Jeff Anderson) le transmitía a Dante (Hicks) una preocupación que nace de una conducta auténticamente friki: pensar demasiado en películas, cómics, videojuegos y otras manifestaciones de la cultura popular. Lo que le quitaba el sueño a Randal era la idea de que en el desenlace de El retorno del Jedi (Richard Marquand, 1983), en la destrucción de una Estrella de la Muerte a medio construir -a pesar de ser completamente operativa-, habrían fallecido trabajadores inocentes contratados para la descomunal obra. No todos eran malvados stormtroopers. Marvel Comics comienza el camino hacia El despertar de la Fuerza (J.J. Abrams, 2015) con una nueva serie, Shattered Empire, en la que encontramos una aproximación parecida a la de Kevin Smith: la de traer a primer plano lo que estaba de fondo en Star Wars, las historias de los personajes no ya secundarios, sino directamente anónimos.
Shattered Empire comienza precisamente durante el clímax de El retorno del Jedi -despreciada por Kevin Smith en la mencionada Clerks como "a bunch of muppets"- justo con la destrucción de la Estrella de la Muerte y cuando comienza la celebración de la victoria rebelde en la luna de Endor. Sin embargo, los protagonistas de esta primera historia no son Luke Skywalker, Han Solo y Leia Organa, aunque estén presentes. El guionista Greg Rucka nos invita a pensar en una pequeña historia humana enmarcada dentro de la épica lucha galáctica de los rebeldes contra el Imperio. Una piloto, Shara Bey, participa en la batalla espacial decisiva, pero se preocupa por la vida de su marido, el sargento Kes Dameron, que lucha al mismo tiempo en la selva de la mencionada luna de Endor.